Quelimane (Agencia Fides) – «La situación sigue agravándose y la violencia comienza a extenderse por toda la zona norte del país». Así lo ha declarado a la Agencia Fides Osório Citora Afonso, IMC, obispo de la diócesis de Quelimane, tras regresar de una visita pastoral a la misión de “Nossa Senhora de Fátima de Bajone”, una de las 28 parroquias que componen su diócesis. El prelado se ha mostrado profundamente preocupado por los graves crímenes cometidos en la noche del jueves al viernes 10 de octubre por las fuerzas yihadistas, que incendiaron una iglesia en el norte del país, secuestraron a menores y causaron víctimas en la provincia de Cabo Delgado. «Desde que impera el Estado Islámico –relata-, la gente debe tener un carné para poder acceder a cualquier servicio, so pena de poner en riesgo su vida si no lo posee».
A pesar de que las regiones del norte del país son presa del islamismo radical desde hace ocho años, con más de un millón de desplazados y seis mil muertos, el obispo lamenta que «no se haya hablado mucho de ello». «Ahora los medios de comunicación empiezan a prestar atención, sobre todo desde que el papa León XIV, al término del Ángelus del domingo 24 de agosto, expresó su cercanía al pueblo de Cabo Delgado, “víctima de una situación de inseguridad y violencia que sigue provocando muertos y desplazados”», añade.
Igualmente relevante -subraya monseñor Osório- fue la intervención del arzobispo Paul Richard Gallagher, secretario vaticano para las Relaciones con los Estados, durante la 80.ª Asamblea General de las Naciones Unidas, celebrada el pasado 29 de septiembre, donde mencionó la situación de Cabo Delgado junto con las del Sahel y el Cuerno de África, regiones gravemente afectadas por la amenaza yihadista.
En cuanto a su visita pastoral, el obispo, que inició su ministerio episcopal en el norte de Mozambique el 31 de agosto de 2025, explica que «no fue una visita fácil, empezando por las carreteras que tuvimos que recorrer». «Decidí comenzar mi primera visita pastoral desde la periferia, con un problema y un reto: Bajone es la parroquia más islamizada, y debía ser mi prioridad pastoral», señala.
Bajone agrupa 140 comunidades situadas a 270 kilómetros de Quelimane. Además de la misión central, el obispo visitó tres zonas pastorales -Tapata, Macura y Tapaliwa- que reúnen a unas 50 comunidades cada una. «Solicité una audiencia con los líderes musulmanes, que me recibieron con mucha desconfianza. Antes existía una convivencia pacífica, el islam no fundamentalista estaba contenido, pero ahora, con el tiempo, la tendencia es islamizar el país», explica.
Sin embargo, el encuentro ha marcado un hito positivo: «Después de nuestra visita, los líderes musulmanes me dieron las gracias, porque era la primera vez que un obispo celebraba un encuentro y visitaba a las comunidades musulmanas», relata. «En un tramo de 40 kilómetros encontramos 45 mezquitas, todas ellas construcciones recientes».
Monseñor Osório recuerda además que, al comenzar su ministerio pastoral, quiso entrar en la diócesis por tierra y no en avión, recorriendo 1.700 kilómetros en dos días. «Quise llegar no por el aeropuerto, sino desde la periferia, a 400 kilómetros de la catedral, donde me esperaban un centenar de fieles. Desde la periferia avancé luego hacia el centro», explica.
Al finalizar la conversación, el obispo ha querido expresar su alegría por haber participado en el Jubileo de las Misiones y de los Migrantes, celebrado en Roma los días 4 y 5 de octubre, en presencia de miles de personas provenientes de más de cien países.
(AP) (Agencia Fides 15/10/2025)
