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por Laura Gómez Ruiz
Ciudad de Panamá (Agencia Fides) - Del 3 al 10 de agosto de 2025, la Archidiócesis de Panamá ha celebrado la Semana de Pastoral Indígena bajo el lema “Los derechos se defienden”. Esta edición ha conmemorado el centenario de la Revolución Dule de 1925, un hecho histórico que marcó la resistencia del pueblo guna frente a la imposición cultural y política, y que hoy se ha convertido en símbolo de las luchas de todos los pueblos indígenas del país.
El sacerdote Jorge Sarsaneda, responsable de la Pastoral Indígena, señala en el comunicado emitido per la Archidiócesis, que uno de los principales obstáculos para acompañar a estos pueblos es la falta de datos precisos sobre cuántos indígenas viven en el territorio de la Archidiócesis y dónde se encuentran. “Se estima que entre 80 y 100 mil personas indígenas residen entre las provincias de Panamá y Panamá Oeste, muchas en condiciones de extrema pobreza”, explica. Además, señala que aunque el proceso de inculturación del Evangelio avanza, todavía se enfrenta a dificultades: “En cuatro comunidades ya se celebran Eucaristías dominicales en lengua guna, y se están traduciendo textos religiosos para fortalecer una educación inculturada que integre la fe y la identidad cultural”.
Durante la semana, se han realizado visitas a parroquias, centros educativos y comunidades para responder a preguntas que invitan a la reflexión como quiénes son los indígenas, dónde viven, qué quieren, cómo sufren y cuáles son sus sueños. Con ello se busca romper con la invisibilización histórica de los pueblos originarios en Panamá, que, aunque están más presentes en las ciudades, siguen siendo poco conocidos en su esencia y en sus necesidades.
La Iglesia Católica en Panamá ha asumido una opción preferencial por los pueblos indígenas, siguiendo la enseñanza del Papa Francisco, quien durante su pontificado ha remarcado numerosas veces que se trata de “pueblos descartados por la sociedad” y que su defensa y acompañamiento deben ser una prioridad permanente para todos los fieles.
Por ello, la Semana de Pastoral Indígena trata de crear un espacio para visibilizar y acompañar sobre todo a los pueblos Ngäbe, Buglé, Guna, Emberá, Wounaan, Bri Bri y Naso Tjërdi, que continúan enfrentándose a pobreza, discriminación y exclusión. Y en este 2025, marcado por la memoria de la Revolución Dule, la semana se presenta como un momento para escuchar, aprender y caminar juntos en la construcción de una sociedad más justa e inclusiva. (Agencia Fides12/08/2025)
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