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Ningbo (Agencia Fides) – San Vicente de Paúl ha dado testimonio de la caridad de Cristo ofreciendo comida a los hambrientos y cuidados a los enfermos en la Francia del siglo XVII. Hoy, siguiendo sus pasos, los feligreses de la iglesia de Longwan dedicada a él, en la diócesis de Wenzhou, han ofrecido el refresco de una taza de té fresco a quienes deben trabajar horas y horas al aire libre en la provincia costera china de Zhejiang.
Repartidores de comida a domicilio, carteros, albañiles y mensajeros de diversos tipos han tenido que trabajar incluso en los llamados «días del perro», los treinta días más calurosos del año, cuando el calor húmedo se vuelve agobiante y todo se hace más fatigoso. El té fresco que ofrece la comunidad parroquial a todos aquellos que necesitan refrescarse se ha convertido en un signo sencillo y apreciado de cómo la caridad de los cristianos reconoce y abraza las necesidades, incluso las corporales, de todos. En invierno, en la misma parroquia, quienes sufren el frío siempre pueden encontrar una taza humeante de té caliente.
La parroquia de Longwan se ha hecho famosa por su solicitud en dar testimonio y anunciar la fe en Jesús también a través de muchas obras sociales. Además de la distribución del «té vicenciano», los miembros de la comunidad parroquial mantienen un servicio de visitas médicas periódicas gratuitas para quienes más lo necesitan. Organizan conciertos de música sacra, peregrinaciones y ocasiones de convivencia para grupos de ancianos, jóvenes y niños. Todo ello se inspira también en la devoción al santo patrón Vicente de Paúl, de acuerdo con la sugerencia de la Didaché, siempre útil: «Buscad cada día el rostro de los santos y encontrad descanso en sus palabras».
(NZ) (Agencia Fides 18/7/2025)