ASIA/INDONESIA - Un sacerdote: “Impacto positivo” del programa gubernamental de nutrición infantil

martes, 8 julio 2025 infancia   seguridad alimentaria  

Yakarta (Agencia Fides) – «Sobre el programa de nutrición y comidas gratuitas para los niños, puesto en marcha por el gobierno indonesio el pasado mes de enero, escucho opiniones fundamentalmente positivas en las diferentes zonas de Indonesia. Se nota un impacto positivo en la nutrición de los niños, y también las escuelas católicas y nuestros seminarios se han beneficiado», afirma en una entrevista con la Agencia Fides el P. Alfonsus Widhiwiryawan S.X., misionero saveriano y director nacional de las Obras Misionales Pontificias (OMP) en Indonesia, mientras en el país se debate sobre los aspectos positivos y las críticas al programa lanzado por el presidente Prabowo Subianto.

«Por supuesto -señala el sacerdote-, siempre hay que hacer distinciones, teniendo en cuenta la situación local en las diferentes regiones, dada la vastedad y diversidad de Indonesia. Pero, en general, se nota un impacto positivo, sobre todo en las regiones más pobres, como Papúa y Borneo, donde el problema de la seguridad alimentaria entre los niños de comunidades indígenas es más grave», añade el P. Widhiwiryawan, quien, dada su función como Director de las OMP, recorre las diferentes diócesis del archipiélago, constatando personalmente las realidades locales.

«La aplicación del programa depende de las disposiciones de los gobiernos provinciales y de la organización de las cocinas. Este es otro aspecto a tener en cuenta, ya que varía de una región a otra. Además, se aplica seleccionando y dando prioridad a ciertos centros escolares según criterios establecidos. También en las comunidades y escuelas católicas he recibido comentarios favorables, pues representa una ayuda en el proceso educativo», observa.

«Algunos docentes y personas dedicadas a la educación destacan que este programa va más allá del asistencialismo, ya que contribuye a mejorar los resultados escolares: de hecho, una mejor alimentación infantil se traduce en un mayor rendimiento académico y en un desarrollo humano más integral», subraya el sacerdote.

El programa, respaldado por el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), cuenta con el apoyo de una coalición de socios internacionales que proporcionan asistencia técnica, ayudan a supervisar los resultados, mantienen el contacto con las familias beneficiarias, definen las normas y controlan la calidad de los alimentos suministrados.

Según la Agencia Nacional de Nutrición, en julio de 2025 el programa de comidas gratuitas para comedores escolares había alcanzado a casi 7 millones de beneficiarios. Anunciado por el presidente Prabowo Subianto durante la campaña electoral como una de las medidas que le valieron apoyo popular, el programa se lanzó el 6 de enero y, con una ampliación progresiva, pretende llegar a 82 millones de niños en todo el país.

Actualmente, están operativas 1.873 «Unidades de Servicio Alimentario» y se prevé la apertura de otras 473 en las próximas semanas, en colaboración con unas 10.000 pequeñas y medianas empresas y cooperativas locales encargadas de suministrar materias primas y productos locales. Según las previsiones del gobierno, el programa espera alcanzar los 24 millones de beneficiarios a finales de agosto.

El programa, sin embargo, ha suscitado perplejidades y debates políticos. Algunos observadores critican que la inversión de fondos públicos en asistencia alimentaria puede restar recursos a políticas destinadas a incentivar la economía y el empleo. Para financiar el programa, el gobierno ha impuesto medidas de austeridad en los ministerios de Obras Públicas, Sanidad y Educación. Además, el Fondo Monetario Internacional ha previsto que la tasa de desempleo en Indonesia podría aumentar al 5 % en 2025, frente al 4,9 % registrado en 2024.

El programa alimentario del presidente Prabowo también ha sido objeto de controversias, tras registrarse casos de intoxicaciones alimentarias entre cientos de niños beneficiarios, lo que ha generado preocupación entre las autoridades sobre las responsabilidades y la posibilidad de corrupción. En el debate mediático se subraya que el presidente está priorizando a los sectores de bajos ingresos, mientras surgen dudas sobre la sostenibilidad de un programa que, una vez plenamente operativo, implicará un gasto de 44.000 millones de dólares anuales, aproximadamente el 8 % del presupuesto nacional.
(PA) (Agencia Fides 8/7/2025)


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