Archdiocese of Makassar
Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) – «Caminamos junto a la población musulmana por los senderos del diálogo y la misericordia. Como católicos, somos una pequeña minoría, pero esto no nos desanima ni nos asusta», afirma Mons. Franciskus Nipa, arzobispo de Makassar, en una entrevista con la Agencia Fides. «Hay una fe profunda que se manifiesta en la participación de la gente, que nos llama continuamente a relacionarnos con personas de otra fe, con quienes, en general, no tenemos problemas de convivencia».
Franciskus Nipa ha sido el único arzobispo metropolitano de Indonesia en recibir el palio el pasado 29 de junio, durante la celebración presidida por el Papa León XIV en la Basílica de San Pedro. «Fue un momento emotivo de fuerte vínculo con el sucesor de Pedro. El Papa León XIV ha sido misionero y comprende profundamente nuestra vida», señala.
El arzobispo describe su misión en la isla de Sulawesi, la tercera más grande de Indonesia, dividida en dos diócesis católicas: Manado, al norte, y Makassar, al sur, que abarca tres provincias civiles. Su lema episcopal, Misericordiam volo, expresa su deseo de «estar siempre al servicio del pueblo que Dios me ha confiado». Durante 12 años, Nipa ha sido secretario general de la archidiócesis, lo que le ha permitido conocer de cerca las necesidades de los 250.000 fieles católicos de la diócesis, en una población de más de 13 millones de habitantes, distribuidos en 56 parroquias.
«En Sulawesi tenemos, por lo general, buenas relaciones con la población musulmana, mayoritaria en la región. Una fuente de inspiración para nuestra vida diaria ha sido Nostra Aetate, el decreto del Concilio Vaticano II sobre las relaciones con las religiones no cristianas. Cultivamos buenas relaciones tanto con los líderes islámicos como con las autoridades civiles», explica. Sin embargo, reconoce que en algunas zonas obtener permisos gubernamentales para construir nuevas iglesias puede implicar una espera de años, incluso décadas, que se convierte, de hecho, en una denegación.
Mons. Nipa recuerda las dificultades del pasado, como el atentado del Domingo de Ramos, un 28 de marzo de 2021 contra la catedral del Sagrado Corazón de Jesús en Makassar, que causó la muerte de los dos atacantes y dejó al menos 20 heridos. «Pero siempre buscamos superar los obstáculos y encontrar el bien que el Señor pone en cada acontecimiento», afirma.
En este camino de diálogo, la visita del Papa Francisco a Indonesia el año pasado tuvo un impacto muy positivo. «Ha sido importante para nuestras relaciones islamo-cristianas. Durante los preparativos, nos reunimos periódicamente con líderes y fieles musulmanes, alternando los encuentros entre iglesias y mezquitas. Estos encuentros mensuales consolidaron nuestras relaciones y animaron a los musulmanes a responder positivamente a este compromiso. Ahora tratamos de vivir en lo cotidiano las palabras de benevolencia que surgieron en esos encuentros», señala.
El servicio pastoral del arzobispo incluye visitas a comunidades en zonas remotas, como la regencia de Tana Toraja, su región natal, caracterizada por arrozales, montañas y aldeas habitadas por comunidades indígenas toraja, que conservan tradiciones animistas. «Tengo un interés particular en la conservación de la riqueza cultural de los nativos», comenta, destacando que el Evangelio ha llegado y se ha difundido entre ellos.
Un signo de este crecimiento ha sido la reciente inauguración, el pasado mes de enero, de la iglesia de la Sagrada Familia, excavada en la roca de una montaña en la región Toraja. «Ha sido un momento importante para este pueblo: la estructura original de esta iglesia, integrada de forma única con el paisaje natural y con Cristo en el centro, ha llamado la atención y representa nuestra fe vivida en armonía con nuestra tierra», concluye el arzobispo.
(PA) (Agencia Fides 2/7/2025)