EUROPA/ITALIA - Gracias al Papa Francisco, bienvenido el Papa León. La Asamblea Romana de la Unión Internacional de Superioras Generales.

sábado, 10 mayo 2025 órdenes religiosas   vida consagrada   religiosas  

Por Pascale Rizk

Roma (Agencia Fides) – Cerca de 900 religiosas procedentes de todo el mundo se han reunido en Roma del 5 al 9 de mayo para participar en la XXIII Asamblea de la Unión Internacional de Superioras Generales (UISG), centrada en el tema «La vida consagrada: una esperanza que transforma».

Fundada el 8 de diciembre de 1965, al término del Concilio Vaticano II, la UISG -organismo que agrupa a las Superioras Generales de institutos religiosos y sociedades femeninas de vida apostólica- celebra este año su 60° aniversario. Al concluir la Asamblea, que tiene lugar cada tres años, las consagradas asistieron juntas a la conclusión del Cónclave y a la elección del nuevo Papa, León XIV.

A las 18:09 horas del jueves 8 de mayo, la alegría estalló en el hall del Hotel Ergife, sede de la Asamblea, al anunciarse que la «fumata blanca» había salido de la chimenea del Palacio Apostólico. Pocos minutos antes, la hermana Mary Barron -presidenta saliente de la UISG y miembro del Dicasterio para la Evangelización- había recordado que ese día la Iglesia conmemora a los 19 mártires de Argelia, beatificados en Orán el 8 de diciembre de 2018. Entre ellos, el hermano Henri Vergès y la hermana Paul-Hélène Saint-Raymond, asesinados en la biblioteca diocesana de Argel el 8 de mayo de 1994.

«El Papa Francisco era el amigo de los pobres y forjó lazos de amistad con todas las religiones del mundo. También fue humilde, eligió la humildad como trono y la sencillez como lenguaje», decía el mensaje leído por la hermana Barron, enviado por la comunidad musulmana local a las Hermanas Misioneras de Nuestra Señora de los Apóstoles que viven en Hennaya (Argelia). La hermana Barron lo presentó como un signo «de la esperanza transformadora que ofrece el testimonio auténtico del mensaje cristiano». El mensaje proseguía destacando que el pontificado del Papa Francisco «ha sido un soplo de aire fresco, frágil pero tenaz, con un corazón que escuchaba más que una voz que imponía. Hoy no es sólo la Iglesia la que llora, sino toda la humanidad».

El martirio, el amor a Cristo hasta el final y la entrega a los pobres fueron algunos de los muchos temas evocados durante la Asamblea. Desde la Amazonía colombiana, pasando por la frontera entre México y Estados Unidos, hasta Myanmar, las Superioras Generales compartieron los testimonios de sus hermanas que sirven en tierras de sufrimiento y conflicto.

«La luna no domina, no ciega, permanece en compañía de las estrellas, habita en el cielo de la comunión y, por eso mismo, se convierte en imagen de la Iglesia de hoy: refleja una luz que no es suya, como las mujeres consagradas que brillan sólo si están orientadas al Señor», afirmó en su intervención sor Simona Brambilla, misionera de la Consolata, recientemente confirmada por el Papa León XIV como Prefecto del Dicasterio de los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica.

«La noche -añadió- no es solo oscuridad. Es también el espacio de la creatividad, de la intuición, del nacimiento. Como en la noche de Pascua, es el tiempo del parto de una nueva vida, pequeña, frágil, pero llena de esperanza. En un mundo que teme la noche, la vida consagrada nos recuerda que es precisamente allí donde Dios habla, donde germina la esperanza, donde toma forma la profecía».

En su declaración final, las Superioras Generales expresaron su gratitud por el dinamismo que el Papa Francisco ha aportado a la vida consagrada y renovaron su compromiso como mujeres de paz, presentes al pie de la cruz, en las fronteras, velando en la noche; mujeres que acompañan y hacen crecer comunidades evangélicas e inclusivas, y que, aun en la vejez y la enfermedad, siguen siendo signos de esperanza.
(Agencia Fides 10/5/2025)


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