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Vatican Media
Roma (Agencia Fides) - El pulgar hacia arriba y las manos saludando: después de 38 días de hospitalización en el hospital Gemelli de Roma, a causa de una neumonía bilateral, el Papa Francisco vuelve a mostrarse en público asomándose al balcón del hospital para saludar a los fieles que le aplauden desde la explanada. «Doy las gracias a todos, saludo a esta señora de las flores amarillas», son las pocas palabras que el Pontífice pronuncia, con dificultad, desde el micrófono.
El saludo se produce pocos minutos después de la emisión del texto del Ángelus, el sexto desde que fue hospitalizado, en el que, al comentar la parábola que encontramos en el Evangelio de hoy, la que habla de la paciencia de Dios, el Obispo de Roma dice: “Durante esta larga estancia en el hospital, he podido experimentar la paciencia del Señor, que veo reflejada también en los cuidados incansables de los médicos y los operadores sanitarios, así como en las atenciones y las esperanzas de los familiares de los enfermos. Esta paciencia confiada, anclada en el amor de Dios que no disminuye, es muy necesaria en nuestra vida, especialmente para afrontar las situaciones más difíciles y dolorosas”.
En el día en que el Papa Francisco reaparece en público y regresa a Santa Marta, sus palabras y pensamientos se dirigen a los que más sufren en la tierra de Jesús: “Me ha dolido la reanudación de los intensos bombardeos israelíes sobre la Franja de Gaza, que han causado tantos muertos y heridos”. Desde el Gemelli, el Pontífice pide de nuevo: “que las armas callen inmediatamente”, “se tenga el valor de retomar el diálogo, a fin de que todos los rehenes sean liberados y se llegue a un alto el fuego definitivo. La situación humanitaria en la Franja es gravísima de nuevo, y requiere el compromiso urgente de las partes beligerantes y de la comunidad internacional”.
Siempre mirando a Asia, el Obispo de Roma se declara “contento” porque Armenia y Azerbaiyán hayan podido ponerse de acuerdo sobre “el texto definitivo del Acuerdo de paz. Espero que sea firmado lo antes posible y que pueda contribuir a establecer una paz duradera en el Cáucaso meridional”.
Por último, la llamada a la oración: “Sé que ustedes siguen rezando por mí con mucha paciencia y perseverancia: ¡se lo agradezco mucho! Yo también rezo por ustedes. Y, juntos, imploremos que se ponga fin a las guerras y que haya paz, especialmente en la martirizada Ucrania, en Palestina, Israel, Líbano, Myanmar, Sudán y la República Democrática del Congo”.
Poco después del saludo desde el balcón, el Papa ha recibido el alta hospitalaria para regresar al Vaticano, donde le espera una larga convalecencia, según anunciaron ayer los médicos, que explicaron en una rueda de prensa: “debe continuar parcialmente terapias farmacológicas orales, muy importante recomendación de periodo de reposo en convalecencia durante al menos 2 meses”.
“Durante su hospitalización -ha revelado el personal médico-, el estado clínico del Santo Padre sufrió dos episodios muy críticos y su vida estuvo en peligro. Las terapias farmacológicas, la administración de oxígeno a alto flujo y la ventilación mecánica no asistida produjeron una lenta mejoría, sacándole de los episodios más críticos. El Papa nunca ha sido intubado, siempre ha permanecido consciente, orientado y presente”.
“El Papa no tiene neumonía, pero no está curado de todas las infecciones polimicrobianas”, han señalado desde Gemelli: “Si el Santo Padre puede ser dado de alta es porque se han resuelto las infecciones más graves: hay algunas bacterias que han sido derrotadas, algunas cargas víricas que se han reducido, algunos micetos que se han reducido pero que tardarán mucho tiempo en ser derrotados”.
Antes de llegar a su residencia en la Casa Santa Marta, el Obispo de Roma ha pedido ser conducido a Santa María la Mayor, donde después de este tiempo de enfermedad, marcado por momentos críticos en los que su vida ha estado en peligro, ha vuelto para dar gracias a la Virgen María, Salus Populi Romani, y encomendarse a ella. El Papa ha entregado al cardenal Makrickas unas flores para que las deposite ante el icono de la Salus.
(F.B.) (Agencia Fides 23/3/2025)
