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Goa (Agencia Fides) – “Los verdaderos mensajeros de Dios se alegran de no ser los únicos llamados: tienen compañeros, no competidores, en el camino”. Estas palabras del Cardenal Luis Antonio Gokim Tagle, Pro-Prefecto del Dicasterio para la Evangelización, han resonado en la Catedral de Goa durante la Misa solemne celebrada en honor a San Francisco Javier, Patrono de las misiones católicas, cuya fiesta se conmemora hoy. Desde hace más de una semana, la Catedral acoge la ostensión de los restos del gran misionero jesuita.
El acontecimiento, que se repite cada diez años, se caracteriza por una solemne procesión con los restos del Santo (que normalmente reposan en un cofre de plata conservado en la antigua basílica del Bom Jesus), trasladados a la Catedral de Goa.
Durante la homilía, el Cardenal Tagle destacó que “la ostensión del cuerpo de San Francisco Javier parece recordarnos: somos mensajeros de la Buena Noticia”, reflexionando profundamente sobre los términos «mensajeros» y «Buena Noticia».
“La exposición de sus sagradas reliquias añade un significado especial a la celebración de este año del gran santo”, ha subrayado el cardenal Tagle durante la solemne celebración eucarística. La ostensión del cuerpo de san Francisco Javier, “en carne y hueso, parece recordarnos que somos mensajeros de la Buena Noticia”. Y es precisamente sobre estos dos términos - mensajeros y Buena Noticia - que el Pro-Prefecto del Dicasterio Misionero ha reflexionando en su homilía.
En nuestra vida cotidiana, un mensajero lleva un mensaje o cumple una tarea para un superior. En la Biblia, ángeles, profetas y apóstoles son ejemplos luminosos de mensajeros de Dios. Jesús mismo es el mensajero supremo del Padre” ha señalado el cardenal.
Todos los mensajeros bíblicos, ha continuado el Cardenal, tomando como ejemplos al Profeta Jeremías y al Apóstol Pablo, “están llamados a transmitir el mensaje de Dios a los demás y a las naciones”. Para ellos “todo comienza con la llamada misericordiosa de Dios”. Jeremías “se sintió abrumado por la llamada de Dios y protestó, invocando su juventud como limitación. No dijo: Gracias por elegirme a mí y no a otros, soy realmente el mejor. También San Pablo admitió que era el menor de todos los santos, porque persiguió a la Iglesia en el pasado, pero fue llamado de todos modos”.
“Los mensajeros llamados por Dios –ha señalado el cardenal Filipino- ven su pequeñez ante la grandeza del Señor que llama y la grandeza de la misión”. Ellos “no se presentan, promocionan o anuncian a sí mismos, ni buscan ser elegidos, ni crean su propio mensaje. Los verdaderos mensajeros se sorprenden al ser notados por Dios, permanecen humildes manteniendo un estilo de vida sencillo y una actitud mansa. Los verdaderos mensajeros afrontan el rechazo, las amenazas y la persecución”. Son “como palomas, no como lobos, porque dependen de la bondad de Dios. Los verdaderos mensajeros se alegran de no ser los únicos llamados por Jesús: tienen compañeros, no competidores, en el camino”.
Sin embargo, en la historia, ha señalado Tagle, “también en nuestros días, hemos sido testigos y seguimos siendo testigos de la existencia de falsos mensajeros”, personas que “pretenden ser dioses, llevando el desastre a la sociedad” porque están animados por “los falsos dioses de la superioridad, la ambición, la codicia, la discriminación, la injusticia, la indiferencia y la violencia”.
El Pro-Prefecto del Dicasterio para la Evangelización, pasando a describir qué es la Buena Nueva, ha citado de nuevo a San Pablo, según el cual “La Buena Nueva es el misterio de Cristo, ‘que no fue revelado a los seres humanos en otras generaciones como ahora ha sido revelado a sus santos apóstoles y profetas por el Espíritu, que los gentiles son coherederos, miembros del mismo cuerpo y copartícipes de la promesa en Cristo Jesús por medio del Evangelio’”.
El Cardenal ha explicado que la Buena Nueva, por tanto, consiste en la oferta del Reino de Dios a través de Jesús en el Espíritu Santo. “Donde Dios reina, se derriban los muros y las barreras que separan a unas personas de otras. Aquellos que permiten que Jesús reine en sus corazones ya no verán a los demás como extraños, amenazas y enemigos, sino como hermanos y hermanas”.
La Buena Nueva, ha subrayado el cardenal Tagle, “no es una promesa vacía, un sueño inalcanzable. “Es Jesús” que hoy “nos llama a ser sus mensajeros”. Y para serlo, Tagle nos invita a mirar a San Francisco Javier “como inspiración y modelo”.
A continuación, el Pro-Prefecto del Dicasterio para la Evangelización, ha recordado que, “inicialmente, Francisco Javier era escéptico sobre Ignacio de Loyola y su visión”. Sin embargo, con el tiempo, “se convirtió en uno de los primeros compañeros de Ignacio y cofundador de la Compañía de Jesús”. Por otra parte, Francisco Javier “no fue el primer elegido por Ignacio para ser enviado a las Indias Orientales. Pero cuando el plan original no se materializó, Ignacio aceptó a regañadientes que Francisco ocupara su lugar”. Pues, “Dios también puede llamar las segundas opciones”.
Una vez en Asia, Francisco Javier “proclamó el Evangelio con celo en medio de las dificultades, llevando sólo los libros esenciales para la oración y el catecismo. No era la ambición ni la conquista lo que le daba energía. Era el amor a Jesús, que le había amado primero. Sólo el amor era lo único que importaba. El mensaje daba valor al mensajero. El mensajero encarnó el mensaje”, ha dicho para concluir el Cardenal Tagle.
En la víspera de la fiesta de San Francisco de Sales, el Pro-Prefecto del Dicasterio para la Evangelización ha participado en el Meeting of the International Societies of Apostolic Life (MISAL) en Pilar (véase foto), un evento que tiene lugar cada dos años y que este año ha sido acogido por la Sociedad Misionera de San Francisco Javier, también conocida como la Sociedad del Pilar, fundada en Goa en 1887 por el Padre Bento Martins. Delegados de todo el mundo, en representación de 29 Institutos de Vida Apostólica, participan en el evento, que tendrá lugar hasta el 6 de diciembre de 2024 y cuyo lema es “Journeying Together: Encountering New Frontiers” (Caminando juntos: al encuentro de nuevas fronteras).
En su discurso, el cardenal Tagle ha hablado del concepto de “frontera” en relación con la evangelización. La frontera, ha comentado, no es sólo “una cosa física”, sino que a menudo también es “un conjunto de dimensiones civiles, históricas, culturales y étnicas”. Para el Pro-Prefecto del Dicasterio para la Evangelización, es “necesario ser conscientes de estas fronteras” para dar “verdadero testimonio de las fronteras universales del amor cristiano”.
(Agencia Fides 03/12/2024)