Alepo (Agencia Fides) – “Después de tres días de ataques, las llamadas milicias de la oposición han tomado la ciudad. Ahora todo está en silencio. La ciudad está como en pausa. Y nadie nos dice nada”. Este es el testimonio que llega a la Agencia Fides del Arzobispo maronita de Alepo, Joseph Tobji.
“Después de los combates, por ahora no hay derramamiento de sangre, gracias a Dios. El ejército ha abandonado Alepo y la ciudad está ahora en manos de las milicias de la oposición. Ha habido rumores sobre la llegada de tropas del ejército sirio, pero no hay nada seguro. Vivimos en la inseguridad”.
Los grupos armados que han tomado la segunda ciudad más grande de Siria, informa el arzobispo maronita, difunden vídeos y fotos en las redes sociales para documentar cómo en pocos días toda la ciudad de Alepo ha quedado bajo su control. Aunque, por ahora, su iglesia permanece abierta, se celebran misas y no hay noticias de ataques directos contra objetivos vinculados a comunidades cristianas. “Por ahora estamos tranquilos, pero no sabemos qué va a pasar. Es como si toda la ciudad estuviese en pausa”.
El arzobispo Tobji afirma que la ofensiva de los grupos armados, algunos de ellos yihadistas, se ha producido “por sorpresa. No hubo advertencias. La vida aquí se estaba reanudando. La situación era tranquila, pero ahora todo está cerrado: tiendas, panaderías… La gente no sabe cómo arreglárselas porque no han podido hacer porvisiones. Nadie nos había avisado”.
El padre Hugo Alaniz, sacerdote del Instituto del Verbo Encarnado, también confirma a la Agencia Fides que casi toda la ciudad de Alepo está en manos de los rebeldes. “Esta mañana”, informa el misionero de origen argentino, “salimos junto con el obispo Hanna (el obispo franciscano Hanna Jallouf, Vicario Apostólico de Alepo para los católicos de rito latino) y fuimos a visitar algunas de nuestras comunidades y continuaremos nuestras rondas en las próximas horas. Por ahora, todo el mundo está bien, gracias a Dios”. En la zona adyacente a la residencia episcopal se encuentran las monjas carmelitas y las Hermanas de la Madre Teresa de Calcuta, que cuidan de los 60 ancianos. Los jóvenes de la residencia universitaria y otras religiosas se han trasladado a otras partes de la ciudad. “Y todos - añade el padre Hugo - piden oraciones”.
(FB) (Agencia Fides 30/11/2024)