Homs (Agencia Fides) - «Hoy se han escuchado bombardeos del ejército, pero las calles están vacías y reina una calma tensa. Estamos esperando su llegada». Así describe Jacques Mourad, Arzobispo sirio-católico de Homs, el ambiente de incertidumbre y expectativa que se respira en los barrios de la ciudad. Los milicianos antigubernamentales continúan su avance hacia la capital, Damasco, mientras que en Homs, explica el prelado, «hay una ralentización solo porque las tropas del ejército gubernamental aún no han recibido la orden de retirada. Los otros ya están por todas partes y la partida aquí parece haber terminado, gracias a Dios».
Jacques Mourad, nombrado arzobispo de Homs en marzo de 2023, es monje de la comunidad Deir Mar Musa, fundada por el jesuita italiano Paolo Dall’Oglio, desaparecido en Raqqa el 29 de julio de 2013. El propio Mourad fue secuestrado en mayo de 2015 por un grupo yihadista y permaneció cautivo durante meses, primero en aislamiento y luego junto a más de 150 cristianos de Qaryatayn, también retenidos en los territorios dominados por el Estado Islámico (Daesh).
«Ahora estamos serenos y confiamos en el Señor. Soñamos con poder celebrar la próxima Navidad en libertad. Esperamos que el nacimiento de Jesús traiga consigo un nuevo comienzo también para Siria: un país respetado por la comunidad internacional y donde las condiciones de vida puedan mejorar. Hoy parece un sueño lejano, pero para nosotros sigue siendo una esperanza muy concreta».
La situación en Siria es compleja y frágil. Según el medio de noticias online sobre Medio Oriente Anbamed, «el país parece estar en proceso de desintegración territorial. Desde el norte, los yihadistas, respaldados por Turquía y otros países de la OTAN, continúan su avance». En el sur, «las ciudades de Daraa y Sueidaa ya no están bajo el control del régimen. Las fuerzas opositoras en estas regiones, aunque diferentes a los yihadistas de Tahrir al-Sham, han instado a las tropas gubernamentales a rendirse. Mientras que Daraa fue la cuna del levantamiento de marzo de 2011, Sueidaa, de mayoría drusa, se había mantenido al margen del conflicto hasta ahora».
En el noreste, las fuerzas militares kurdas han consolidado su dominio, arrebatando el control de posiciones clave a las milicias gubernamentales y sus aliados iraníes. En este escenario convulso, la presencia de fuerzas extranjeras –estadounidenses, rusas e iraníes– añade más incertidumbre, con el riesgo de enfrentamientos directos si el poder central, bajo el mando del presidente Bashar al-Assad, termina por colapsar.
(GV) (Agencia Fides 7/12/2024)