Windhoek (Agencia Fides) - Hoy, 27 de noviembre, se han abierto las urnas en Namibia para elegir un nuevo Presidente y renovar el Parlamento. El gran favorito para el cargo más alto del Estado es el Vicepresidente saliente, Ntumbo Nandi-Ndaitwah, nombrado por el Presidente Hage Geingob, fallecido repentinamente en febrero de este año.
Nandi-Ndaitwah se afilió a principios de la década de 1970 al partido gobernante, el histórico movimiento de liberación que luchó por la independencia del país de Sudáfrica, la South West Africa People’s Organization (SWAPO - Organización Popular de África Sudoccidental). Un partido que ha gobernado el país desde la independencia en 1990, pero que ahora parece haber perdido una parte importante de su electorado. En las últimas elecciones celebradas en 2019, el candidato de la SWAPO, Hage Geingob, había obtenido el 56,3 % de los votos, un fuerte descenso respecto a los comicios de 2014, en los que había ganado con el 86,7 % de los votos.
El descenso del respaldo está relacionado con la fuerte desigualdad económica y social, la mayor de la región, sólo inferior a la de Sudáfrica. A pesar de sus abundantes recursos naturales, Namibia tiene un alto índice de pobreza (el 17% de la población se ve obligada a sobrevivir con menos de 2 dólares al día) y desempleo (el 19% de la población activa), que afecta sobre todo a los jóvenes. Y son precisamente estos últimos los que han dado la espalda a la SWAPO dirigiendo su voto a uno de los veinte partidos de la oposición que han presentado listas para las elecciones parlamentarias (mientras que sólo 15 partidos han presentado su propio candidato a la Jefatura del Estado).
Aparte del Movimiento Democrático Popular (PDM), nacido en 2017 de la preexistente Alianza Democrática Turnhall, oponente histórico de la SWAPO (que obtuvo 16 escaños en el Parlamento en las últimas elecciones), los otros principales partidos de la oposición han sido fundados por personalidades surgidas de la SWAPO. Son el Landless People’s Movement (Movimiento de los Sin Tierra - LPM), fundado en 2017 por Bernadus Swartbooi, que sitúa la reforma agraria en el centro de su programa, y los Independent Patriots for Change (Patriotas Independientes por el Cambio - IPC), fundados en 2020 por Panduleni Itula, que en las elecciones presidenciales de 2019 se había presentado como candidato independiente, quedando segundo con el 29,4% de los votos. Por último, el Affirmative Repositioning Movementel (Movimiento de Reposicionamiento Afirmativo - AR), de izquierdas, que al igual que el Movimiento de los Sin Tierra sitúa la reforma agraria y el acceso a la tierra cultivable en el centro de su programa, en un país donde el 70% de ésta está en manos de la minoría blanca (6% de la población).
En previsión de las elecciones de noviembre, los obispos namibios publicaron en mayo una carta pastoral en la que instaban a los fieles a votar. “Las elecciones en democracias constitucionales y pluripartidistas como Namibia ofrecen a los ciudadanos la oportunidad de elegir libre y democráticamente a sus representantes que, según la Constitución de la República de Namibia, deben considerarse servidores del pueblo de Namibia y abstenerse de cualquier conducta encaminada a buscar indebidamente enriquecerse o alejarse del pueblo”, habían recordado los Obispos.
Estos últimos hicieron un llamamiento a los líderes políticos para que aborden los acuciantes retos del país, como el desempleo, la pobreza, la violencia de género y la corrupción, subrayando que sus campañas electorales deben presentar estrategias concretas para mejorar las condiciones de vida y promover el bien común.
(L.M.) (Agencia Fides 27/11/2024)