Imphal (Agencia Fides) - El brote de violencia se ha vuelto a reavivar en Manipur, el estado del noreste de la India que desde hace un año está conmocionado por la violencia interétnica entre los grupos indígenas de etnia kuki y los de etnia meitei. La situación estaba en un estado de aparente calma debido a la división de las dos comunidades en áreas diferentes, gracias a la presencia masiva de fuerzas policiales que no permiten la comunicación entre los grupos en conflicto. Pero, como ha subrayado a la Agencia Fides monseñor Linus Neli, Arzobispo de Imphal, capital del estado, “esta solución es provisional y así la violencia se esconde bajo las cenizas”. Por esta razón, ha añadido, “es necesario entablar un diálogo y una paz constructiva, que es el único paso decisivo”.
Mientras tanto, en el distrito de Jiribam, en el oeste de Manipur, se ha impuesto un toque de queda indefinido después de los nuevos disturbios que estallaron ayer, 12 de noviembre, entre un grupo de hombres armados y las fuerzas de seguridad. La administración del distrito también ha prohibido el porte de armas. Ayer once personas de la etnia kuki murieron en un tiroteo con las fuerzas de seguridad, en el que también resultaron heridos dos agentes de la policía. Según las autoridades, las fuerzas de seguridad reaccionaron a un ataque, pero el Consejo Indígena Kuki-zo pide una investigación a fondo sobre lo ocurrido y ha convocado un día de conmemoración de las víctimas, definidas como “voluntarios de la aldea brutalmente asesinados”. Las comunidades del distrito han protestado cerrando las tiendas y suspendiendo las actividades comerciales y públicas.
En el distrito se registra tensión desde la semana pasada, cuando una mujer indígena fue violada y asesinada, y la acusación recayó sobre miembros del grupo meitei. Al día siguiente, una mujer de la comunidad meitei fue asesinada a tiros, y la responsabilidad se atribuyó a la venganza de los kuki. En los últimos días también se han reportado intensos tiroteos en los alrededores de las colinas y en el valle de Imphal. Debido a los enfrentamientos entre las dos etnias, el gobierno estatal ha prorrogado por seis meses más, a partir del 1 de octubre, la aplicación de la ley de poderes especiales de las fuerzas armadas. Desde mayo de 2023, más de 250 personas han sido asesinadas a causa de las violencias y más de 60.000 personas se han visto obligadas a desplazarse.
(PA) (Agencia Fides 13/11/2024)