VATICANO/AUDENCIA GENERAL - Papa Francisco: “Rechazar sistemáticamente a los inmigrantes es un pecado grave”

miércoles, 28 agosto 2024 migrantes  

Vatican Media

Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) - “Hay que decirlo claramente: hay quienes trabajan sistemáticamente y con todos los medios para rechazar a los inmigrantes. Y esto, cuando se hace con consciencia y responsabilidad, es un pecado grave”. Así lo afirmó el Papa Francisco durante la audiencia general del miércoles. El Pontífice, suspendiendo el ciclo de catequesis sobre el Espíritu Santo que guía a la Iglesia, propone a los numerosos fieles reunidos en la Plaza de San Pedro una reflexión sobre el tema “Mar y desierto”, dos palabras que, según explica, “se repiten en numerosos testimonios que recibo, tanto de migrantes, como de personas que se comprometen a ayudarlos”. Al decir “mar”, subraya Francisco, “en el contexto de las migraciones me refiero también al océano, al lago, al río, a todas las aguas traicioneras que muchos hermanos y hermanas en todas partes del mundo se ven obligados a cruzar para llegar a su destino”. Y “desierto”, precisa, “no es solo el de arena y dunas, o rocosos, sino también todos aquellos territorios inaccesibles y peligrosos, como bosques, selvas, estepas donde los migrantes caminan solos, abandonados a su suerte”.

Del Mediterráneo, continúa el obispo de Roma, “he hablado muchas veces porque es emblemático: el mare nostrum, lugar de comunicación entre los pueblos y las civilizaciones, se ha convertido en un cementerio. Y la tragedia es que muchos, la mayoría de estos muertos, podrían haber sido salvados”. “Incluso algunos desiertos, lamentablemente, se convierten en cementerios de inmigrantes. Aquí, muchas veces, no nos enfrentamos a muertes 'naturales'. No. A veces les han llevado al desierto y los han abandonado. En la era de los satélites y los drones - advierte el Pontífice -, hay hombres, mujeres y niños migrantes que no deben ser vistos. Dios los ve y escucha su clamor”.

“Todos podríamos estar de acuerdo en una cosa: en esos mares y en esos desiertos mortales, los migrantes de hoy no deberían estar allí. Pero no es a través de leyes más restrictivas, no es con la militarización de las fronteras, no es con las expulsiones que obtendremos este resultado”, prosigue el Papa, que sugiere algunas soluciones. “Lo obtendremos ampliando las vías de acceso seguras y regulares para los inmigrantes, facilitando el refugio a quienes huyen de las guerras, de la violencia, de las persecuciones y de las numerosas calamidades; Lo lograremos promoviendo por todos los medios una gobernanza global de las migraciones basada en la justicia, la fraternidad y la solidaridad y uniendo fuerzas para luchar contra la trata de seres humanos, para detener a los traficantes criminales que explotan sin piedad la desgracia de los demás”.

Finalmente, Francisco aplaude “el compromiso de muchos buenos samaritanos, que hacen todo lo posible para ayudar y salvar a los migrantes heridos y abandonados en las rutas de la esperanza desesperada, en los cinco continentes. Estos hombres y mujeres valientes son un signo de una humanidad que no dejarse contagiar de la mala cultura de la indiferencia y del descarte: lo que mata a los inmigrantes es nuestra indiferencia”.

A continuación, menciona “a mucha gente buena que está allí en primera línea, Mediterranea Saving Humans (a la que hace unos días envió un mensaje de bendición y aliento) y muchas otras asociaciones”. Y concluye: “No podemos estar en primera línea, pero no estamos exentos; hay muchas maneras de hacer nuestro aportación, en primer lugar, con la oración. Y os pido: rezad por los migrantes, por aquellos que vienen a nuestras tierras a salvar sus vidas. Y vosotros queréis echarlos”.

Hace apenas unos días un velero promovido por Migrantes de Fano-Fossombrone-Cagli-Pergola se unió al barco Mare Jonio de Mediterranea Saving Humans. Junto a la Fundación Migrantes, el viaje tuvo como objetivo recoger datos e información sobre el seguimiento, búsqueda y rescate de migrantes en el Mediterráneo, y también de esta manera documentar la eficacia de lo que se hace.

Respondiendo a los llamamientos del Papa Francisco que, con motivo de la 50ª Semana Social de los Católicos en Italia, recordó que “el desafío para la comunidad eclesial y civil es saber combinar apertura y estabilidad, hospitalidad e identidad”. La iniciativa ha sido la ocasión para reiterar la cercanía de la Iglesia a quienes huyen de la guerra, la violencia y el hambre, así como para agradecer a la Guardia Costera italiana su competencia, profesionalidad y humanidad (que en los primeros seis meses de 2024 salvaron más de 15.000 vidas) y a todas las fuerzas y cuerpos de seguridad comprometidos en el salvamento marítimo. El Papa Francisco había querido alentar personalmente la misión de la Mare Jonio y de aquellos que, siempre en coordinación con las autoridades italianas y respetando las leyes, ayudan a salvar las vidas de los inmigrantes.

“El objetivo de este viaje era conocer y comprender mejor lo que sucede en el Mare Nostrum, para poder tener una mayor conciencia de cara a una documentación completa y un testimonio auténtico. Contrariamente a lo informado por algunos medios, no se trata de un barco de la Conferencia Episcopal Italiana, sino del apoyo de la Fundación Migrantes a la iniciativa de una Iglesia local, la de Fano, de promover una mejor información sobre el fenómeno migratorio, sin prejuicios y polarizaciones”, explicaba Gian Carlo Perego, arzobispo de Ferrara-Comacchio y presidente de la Fundación Migrantes.

Según los datos publicados por la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) de la ONU, del 1 de enero al 17 de agosto más de 1.000 personas murieron o desaparecieron en el Mediterráneo central, mientras que casi 14.000 fueron interceptadas en el mar y devueltas a Libia, país declarado inseguro por la ONU.
(F.B.) (Agencia Fides 28/8/2024)


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