Por Paolo Affatato
Yakarta (Agencia Fides) - «La visita del Papa a Indonesia es un momento histórico para la nación. No sólo tiene un significado religioso, sino también civil y político, en el sentido más amplio del término. Es la tercera vez que un pontífice toca suelo indonesio (después de Pablo VI, en diciembre de 1970, y Juan Pablo II, en octubre de 1989, ed). Se nota el entusiasmo de la población. Hay una gran expectación entre los católicos de Indonesia, está claro, pero vemos que el entusiasmo también es compartido por todos los indonesios», ha declarado a la Agencia Fides Widya Sadnovic, Director para Asuntos Europeos del Ministerio de Asuntos Exteriores de la República de Indonesia, en vista del viaje apostólico que verá al Papa Francisco en Indonesia del 3 al 6 de septiembre próximos, la primera de cuatro escalas en cuatro países diferentes.
Hombre joven y dinámico, el Director Sadnovic participa personalmente en el comité creado ad hoc para la preparación de la visita papal. «Reuniones, mensajes, asuntos por resolver, me ocupan las veinticuatro horas del día», revela con una sonrisa que no desmerece en absoluto el extraordinario trabajo que realiza cada día con franqueza, competencia, buena voluntad y amplia disponibilidad. «Lo que percibo en las reuniones es la sensación de acogida plena y alegre. Veo a funcionarios del gobierno, miembros de la Iglesia indonesia, representantes del Vaticano, de la Nunciatura Apostólica, del Gran Imán, todos unidos por un mismo objetivo: todos intentan poner de su parte para hacer de esta visita, un momento feliz, un acontecimiento memorable para la nación».
Sadnovic señala: «La invitación del Presidente Joko Widodo al Santo Padre ya se había producido en 2020. Luego, la pandemia hizo que se pospusiera. Pero el Gobierno siempre insistió mucho en esa idea y luego renovó la invitación. Recordemos que se trata de una visita de Estado, es también la visita de un jefe de Estado, por lo que habrá una bienvenida por parte de las autoridades estatales, un encuentro bilateral con el presidente, así como el encuentro del Papa con la comunidad diplomática y otras autoridades civiles en Indonesia».
Será un momento importante de encuentro bilateral entre Indonesia y la Santa Sede, señala el Director, «para reafirmar la colaboración y para compartir nuestros intereses comunes. En particular, yo diría que un aspecto central en la comunidad internacional en este momento es el mensaje de paz y tolerancia. Se trata de una cuestión muy importante para nosotros, en la nación de mayoría musulmana más poblada del mundo».
«En el Ministerio de Asuntos Exteriores -informa- estamos especialmente comprometidos con el cultivo de las relaciones entre todas las regiones. Desde hace varios años, el Ministerio promueve programas, seminarios, iniciativas de diálogo interreligioso con representantes de más de 30 países. Forma parte de nuestro compromiso ordinario. El aparato estatal facilita el encuentro de líderes religiosos tanto en Indonesia como en todo el continente asiático, para que también en otras naciones la reunión de líderes religiosos sirva para alimentar y practicar el mensaje de paz y fraternidad. Nuestra ministro de Asuntos Exteriores, Retno Marsudi, también está plenamente en línea con este mensaje y este compromiso. En este sentido, es muy activa a la hora de intentar resolver los conflictos, de promover formas de mediación y de diálogo: nuestros objetivos son la resolución pacífica de los conflictos y no perder la humanidad en ellos, por ejemplo garantizando siempre la ayuda humanitaria».
El director se detiene en la situación interna del archipiélago de 17.000 islas: «Como sabemos, Indonesia es una nación muy diversa, rica en diferentes religiones, etnias, lenguas y tradiciones. Y trabajamos por la unidad en la diversidad. Esta diversidad debe apreciarse y la unidad nunca debe darse por sentada. Debemos prestarle atención, cultivarla, vivirla y llevarla con nosotros para compartirla con nuestro prójimo», señala.
Desde Indonesia, en círculos concéntricos, a toda la humanidad: «También pensamos que este mensaje de paz, que viene de Indonesia, puede extenderse a otras partes del mundo que necesitan paz, desde el sudeste asiático, a todo el continente, a todo el mundo. Vemos con dolor y amargura los muchos contextos de conflicto, ahora también en Europa, basta pensar en Ucrania, o en Oriente Medio. Creo que este aspecto podría emerger en las conversaciones entre el Santo Padre y el Presidente de Indonesia: la presencia del Papa, líder religioso y jefe de Estado, recordará a todos los políticos y a todos los pueblos la urgencia de difundir y practicar la paz».
Como funcionario del Estado, Widya Sadnovic dice estar «impresionado porque veo que las palabras del Papa Francisco se citan a menudo en los medios de comunicación indonesios, son conocidas y asumidas no solo por los católicos, sino también por representantes del Gobierno, líderes musulmanes y comentaristas. Esto es impresionante para nosotros. Leyendo algunos de estos mensajes y enseñanzas del Papa, encontramos acentos y temas particularmente cercanos al espíritu y al alma de Indonesia, como el de la fraternidad, la tolerancia, la aceptación del otro y la paz. La paz es una tarea que nadie puede llevar a cabo solo: se construye a través de la comunicación, del diálogo. Lo veremos de forma concreta en el encuentro del Papa con el Ministro de Asuntos Religiosos, con el Gran Imán de la Mezquita Istiqlal y con otros líderes religiosos, que tendrá una gran fuerza simbólica. Son encuentros que muestran un camino, indican un estilo de relaciones humanas. Ciertamente, no será un gesto que constituya un fin en sí mismo, o meramente formal: será más bien la prueba de que esa fraternidad, esa tolerancia, esa acogida, ese diálogo son compromisos que deben perseguirse cada día, en la política, en la sociedad, en las comunidades religiosas, en todo el mundo, por el bien de toda la humanidad».
(Agencia Fides 25/7/2024)