Yakarta (Agencia Fides) - La memoria y la búsqueda de justicia por los hechos del pasado, temas prioritarios para los jóvenes indonesios, podrían implicar al nuevo presidente electo Prabowo Subianto. La "Aksi Kamisan" o "Acción de los jueves" es una manifestación pacífica que se lleva a cabo desde hace al menos 26 años, exigiendo justicia y esclarecimiento sobre la violencia masiva que sacudió Yakarta durante la "tragedia nacional" de 1998. En ese período, decenas de mujeres chinas fueron atacadas por turbas enfurecidas, y se produjeron actos de violencia generalizada contra personas y propiedades, incluyendo casas, tiendas y centros comerciales.
Según una investigación independiente, al menos 1.000 indonesios perdieron la vida a causa de la violencia desenfrenada, que también incluyó violaciones, y miles de propiedades fueron destruidas y saqueadas.
Los días 14 y 15 de mayo de 1998 son recordados por todo el pueblo indonesio como los de un violento levantamiento que se volvió contra un grupo étnico minoritario de la nación: los chinos indonesios. Días antes, varios estudiantes universitarios habían sido secuestrados por sus encendidas y acérrimas críticas al régimen autoritario del entonces presidente Muhammad Suharto.
Mientras la violencia sacudía la capital, los estudiantes irrumpieron en la Cámara del Parlamento y subieron a los tejados del edificio, clamando por la dimisión de Suharto, que llevaba 32 años en el poder, y pidiendo la "Reformasi" (era de reformas). Lo inesperado ocurrió el 21 de mayo de 1998: el Presidente Suharto anunció públicamente su dimisión, aduciendo como una de las razones evitar nuevos derramamientos de sangre y enfrentamientos entre los distintos grupos de indonesios.
Meses después, el general Prabowo Subianto fue destituido de su cargo militar: yerno de Suharto y general más poderoso del ejército, Prabowo Subianto se vio obligado a abandonar el mando estratégico del ejército. El 20 de octubre de 2024, será precisamente el ex general Prabowo Subianto quien tome posesión como octavo presidente de Indonesia.
Para no olvidar el pasado, buscar justicia y esclarecimiento sobre los disturbios de mayo de 1998, también ha hablado el sacerdote jesuita Prof. Magnis-Suseno, histórico religioso, misionero popular y figura intelectual. Presente en las manifestaciones de Aksi Kamisan en el centro de Yakarta, frente al Palacio del Estado, el jesuita ha pronunciado una conferencia en la que ha subrayado que todo levantamiento violento debe ser investigado para exigir responsabilidades.
“Pero, hasta la fecha, no ha comparecido ante la justicia ni uno solo de los autores de la peor tragedia de nuestra nación", ha señalado Yakobus Mayong Padang, que trabaja en una de las asociaciones de la sociedad civil. Los presidentes de la era posterior a Suharto hicieron muy poco, dijo, para abordar esas graves violaciones de los derechos humanos, alimentando una cultura de impunidad y violencia.
La democracia surgida en la era post-Suharto ha contribuido a reducir la violencia étnica y religiosa, pero "las libertades civiles, la libertad de prensa, los derechos de las mujeres, los derechos de los niños, la libertad religiosa y los derechos de las minorías aún están por proteger", han recordado los presentes. Entre los jóvenes indonesios, especialmente en las redes sociales, han surgido varios movimientos populares como el hashtag #ReformasiDikorupsi ("la reforma se ha corrompido"). En 2019, cientos de miles de estudiantes protestaron cuando el Parlamento intentó aprobar un nuevo Código Penal que pretendía reducir el poder de la Autoridad Anticorrupción. Los jóvenes siguen tomando la iniciativa en iniciativas como "Aksi Kamisan".
(PA-MH) (Agencia Fides 23/5/2024)