Asunción (Agencia Fides) – "El grupo estaba muy bien organizado, tenía fusiles de asalto y pistolas de grado militar, pero también ametralladoras y munición antiaérea, vehículos blindados, granadas de mano, chalecos tácticos y antibalas; todo lo que tiene un ejército regular de cualquier país", ha declarado Jalil Rachid Segovia, Secretario Ejecutivo de la Secretaría Nacional Antidrogas (SENAD) de Paraguay, al anunciar el desmantelamiento de una organización delictiva que operaba entre Paraguay y Brasil.
La organización desarticulada era responsable de tráfico de drogas y asesinatos de policías paraguayos y brasileños y de miembros de bandas rivales en la gestión del tráfico ilegal.
Paraguay ha sido durante mucho tiempo un importante centro de tráfico de drogas desde Argentina, Bolivia, Perú y Colombia hacia el resto del mundo, y de armas desde Estados Unidos y países europeos y asiáticos hacia Brasil y otros Estados latinoamericanos.
Las bandas que dirigen estas operaciones de tráfico son principalmente brasileñas, como el Primeiro Comando da Capital (PCC) y el Comando Vermelho, que hace tiempo que echaron raíces en Paraguay.
En cuanto al tráfico de armas, éstas se importan de forma más o menos legal en Paraguay y luego se introducen de contrabando en los países vecinos desde la zona de la Triple Frontera, donde convergen las fronteras de Paraguay, Argentina y Brasil, en las localidades de Ciudad del Este, Puerto Iguazú y Foz do Iguaçu, respectivamente.
La Operación Dakovo, que comenzó el 5 de diciembre de 2023 con 20 redadas en el Centro y Alto Paraná, 20 en Brasil (seis estados) y una en Kansas, permitió detectar una empresa, International Auto Supply S.A. (IAS), que habría adquirido armas de fuego, fusiles, ametralladoras y municiones por un valor aproximado de 242 millones de dólares a empresas de Croacia, República Checa, Eslovenia y Turquía. Las investigaciones de las autoridades de Asunción han establecido que, entre 2014 y 2023, IAS importó más de 45.000 armas a Paraguay. De ellas, al menos 25.000 fueron vendidas al PCC y al Comando Vermelho. Durante el operativo se incautaron 611 armas largas y 1.212 pistolas, lo que hace un total de 1.823 armas de fuego, con un valor aproximado de 5.200.000 dólares, que fueron entregadas a la Policía Nacional.
A la cabeza del grupo que realizaba el tráfico de armas se encuentra el argentino Diego Hernán Dirísio, dueño de la IAS, junto a su esposa, la ex modelo paraguaya Julieta Vanessa Nardi Aranda, vicepresidenta de la empresa. La investigación ha permitido rastrear la cadena de proveedores y las complicidades internas en el organismo regulador de la importación y venta de armas (la Dirección de Material Bélico -DIMABEL), así como a los intermediarios que actuaban de enlace con las estructuras criminales brasileñas. Nardi está acusado de blanquear dinero procedente de la venta de armas en Croacia y de llevar a cabo negociaciones con intermediarios radicados en Ciudad del Este para vender armas a facciones criminales brasileñas.
La organización estaba compuesta por un Núcleo Central liderado por Dirísio y Nardi, quienes dirigían la IAS y controlaban los demás núcleos: Núcleo de vendedores: empleados de la empresa encargados de la venta de armas a intermediarios y compradores brasileños; Núcleo DIMABRL: que daba cobertura legal dentro del organismo responsable del control de la venta de armas en Paraguay; Núcleo de intermediarios personas en Paraguay que actuaban como enlaces con los compradores en Brasil; Núcleo de compradores: miembros brasileños del PCC y del Comando Vermelho que compran las armas; Núcleo de lavado de dinero: responsable de ocultar y disfrazar el origen y destino del dinero destinado a Dirísio y a los fabricantes de armas en Europa y Turquía.
Dirísio y su esposa han sido detenidos a principios de febrero en Argentina y están a la espera de ser extraditados a Brasil.
(L.M.) (Agencia Fides 9/3/2024)