Harare (Agencia Fides) - Otra Conferencia Episcopal en África da la voz de alarma por las políticas económicas adoptadas por el gobierno que agravan las condiciones de pobreza en las que vive la mayoría de la población. Los Obispos de Zimbabwe, al igual que los de Nigeria (véase Fides 19/2/2024), afirman que “la decisión del gobierno de aumentar los impuestos, mientras que los ciudadanos de a pie luchan por conseguir una comida al día, ha empeorado las condiciones de las familias”.
“Para la mayoría de las personas ancianas y los pobres en particular, se ha vuelto increíblemente caro vivir. Los productos básicos son cada vez más costosos”.
Las disputadas elecciones de agosto de 2023 (véase Fides 17/8/2023 y 24/8/2023) han congelado el sistema político hasta el punto de que, según los obispos, “muchas personas temen que estemos avanzando hacia un estado de partido único, con la democracia muriendo lentamente”.
“Como consecuencia de la mala política, del sistema económico quebrado y de sus efectos devastadores, muchas personas caen en la desesperación”, afirma el mensaje. Los obispos instan a no caer en la tentación de la desesperación y, ante todo, a rezar. “La oración -subrayan- no es una vía de escape. Es una forma de encontrar soluciones a los retos a los que nos enfrentamos en nuestro mundo y en nuestro país”.
Soluciones basadas ante todo en la inteligencia, pero también en la sabiduría inspirada por el Espíritu de Dios. Por ello, el mensaje invita a aprovechar el tiempo de Cuaresma para incrementar la oración y la relación con Dios, de modo que "en un país y un mundo desesperados, como cristianos, podamos convertirnos en faros de esperanza".
A pesar de una buena recuperación de la economía del país en 2021 y 2022, los índices de pobreza, vulnerabilidad e inseguridad alimentaria siguen siendo elevados.
El aumento de la agitación mundial y las interrupciones de la cadena de suministro han contribuido a la subida de los precios de la energía y los alimentos y a una elevada inflación. Las interrupciones de la cadena de suministro durante la pandemia de COVID-19, junto con la guerra en Ucrania, han aumentado la inflación. Impulsados por los efectos de la guerra en Ucrania, en 2021 los precios de la energía aumentaron un 80%, mientras que los de los alimentos lo hicieron en más de un 30%. Del mismo modo, en 2022, los precios de la energía aumentaron un 60%, mientras que los de los alimentos subieron otro 18%.
Zimbabue sigue teniendo problemas de deuda, y aunque el endeudamiento es limitado, la deuda pública ha seguido aumentando, debido a los atrasos externos y a la deuda heredada.
(L.M.) (Agencia Fides 20/2/2024)