Bangalore (Agencia Fides) - La India, con sus 1.400 millones de habitantes, ha realizado "enormes progresos" en las últimas décadas. Sin embargo, en este camino de crecimiento, es crucial que el desarrollo sea inclusivo y no beneficie únicamente a "un pequeño porcentaje de personas", dejando al resto de la población, especialmente en las zonas rurales, sumida en la miseria. Es fundamental mantener la verdadera unidad nacional y proteger las instituciones democráticas. Este es el deseo expresado por los 170 obispos indios al concluir su asamblea anual, que reunió a los obispos de las comunidades de los tres ritos presentes en India (latino, siro-malabar y siro-malakar) hasta el 7 de febrero.
En el comunicado emitido al término de la asamblea, los obispos constatan “la percepción generalizada de que las importantes instituciones democráticas de nuestro país se están debilitando, de que la estructura federal está sometida a tensiones y de que los medios de comunicación no están cumpliendo su papel como cuarto pilar de la democracia”. Los prelados además, expresan su temor de que “el discurso del odio y los movimientos fundamentalistas estén erosionando la ética pluralista y laica que siempre ha caracterizado a nuestro país y a su Constitución. Los derechos fundamentales y los derechos de las minorías, garantizados por la Constitución, no deben debilitarse nunca”. En la sociedad, se observa que “existe una polarización religiosa que está dañando la tan preciada armonía social en nuestro país y poniendo en peligro la propia democracia”.
La amonestación de los obispos se dirige a la nación, que celebrará elecciones generales en la próxima primavera de 2024, en las que el primer ministro Narendra Modi, en el Gobierno desde 2014 y miembro del partido nacionalista Bharatiya Janata (BJP), aspira a un tercer mandato.
La CBCI se declara preocupada por la creciente intolerancia en la sociedad india, estigmatizando los ataques "contra el personal que trabaja en instituciones educativas y sanitarias con falsas acusaciones de conversión" contra los cristianos, cerca del 2,3% de la población, entre los cuales un tercio - más de 20 millones de personas - son católicos. La declaración se produce pocos días después de que la policía detuviera en el estado de Uttar Pradesh al padre Dominic Pinto, sacerdote católico de la diócesis de Lucknow, junto con cinco pastores protestantes y un laico, acusados de intentar convertir al cristianismo a algunos creyentes hindúes, acusaciones que han sido completamente desmentidas por la Iglesia local.
El texto cita la situación en el estado de Manipur, en el noreste de la India, donde hay un conflicto en curso entre la población étnica Meitei, de mayoría hindú, y la población étnica Kuki, de mayoría cristiana (véase Fides 7/2/2024). “Desconcertados por el prolongado conflicto”, que ha causado “una enorme pérdida de vidas y medios de subsistencia”, los Obispos piden el esfuerzo conjunto de todos los componentes civiles y religiosos para iniciar un serio proceso de reconciliación y paz.
Siempre con el objetivo del bien común de la nación, la Conferencia insta a los líderes políticos de la India a “preservar la estructura de base de la Constitución, en particular el preámbulo que declara a la India una república democrática, laica y socialista, comprometida con la justicia, la libertad, la igualdad y la fraternidad”.
(PA) (Agencia Fides 9/2/2024)