VATICANO - El Evangelio no puede “escribirse sobre el agua”. El Papa Francisco vuelve a proponer la labor misionera de los santos Cirilo y Metodio, “apóstoles de los Eslavos”

miércoles, 25 octubre 2023

Roma (Agencia Fides) – El anuncio de la salvación de Cristo sólo puede llegar a todos los pueblos y a todos los seres humanos si habla en su “lengua materna”. Sólo así la fe cristiana puede mostrar que no es “extraña” a ningún pueblo y a ninguna comunidad humana, y evitar el riesgo de predicar “un Evangelio abstracto y 'destilado’”. Lo ha reiterado el Papa Francisco durante la audiencia general de hoy, miércoles 25 de octubre, continuando la serie de catequesis dedicadas a hombres y mujeres que han testimoniado con viva intensidad la pasión por anunciar el Evangelio y el celo apostólico. A la multitud congregada en la Plaza de San Pedro, el Obispo de Roma ha vuelto a proponer hoy el testimonio de los santos misioneros Cirilo y Metodio, conocidos como “los Apóstoles de los eslavos”, a quienes San Juan Pablo II proclamó co-patronos de Europa y a quienes dedicó la Encíclica Slavorum Apostoli,
Estos dos hermanos, nacidos en Grecia en el siglo IX en el seno de una familia aristocrática, “renunciaron a su carrera política para dedicarse a la vida monástica. Pero su sueño de una existencia retirada - ha recordado el Papa - duró poco”. Fueron enviados como misioneros a la Gran Moravia, habitada entonces por diversos pueblos, y donde “el príncipe había pedido un maestro que explicara la fe cristiana en su lengua”.
Los dos hermanos estudiaron primero la cultura de esos pueblos. Cirilo - ha explicado el Papa – “les preguntó si tenían alfabeto; le dijeron que no. Y él respondió: '¿Quién puede escribir un discurso sobre el agua? En efecto -ha continuado el Pontífice-, para anunciar el Evangelio y rezar, necesitaba un instrumento propio, adecuado, específico. Así que inventó el alfabeto glagolítico. Tradujo la Biblia y los textos litúrgicos. La gente sintió que la fe cristiana ya no era 'extranjera', se había 'inculturado', se había convertido en su fe, hablada en su lengua materna. Imagínense: dos monjes griegos dando un alfabeto a los eslavos”.
Para los dos “apóstoles de los eslavos”, las dificultades llegaron sobre todo del interior de la Iglesia, de los “latinos que se vieron despojados del monopolio de la predicación entre los eslavos”. “La lucha en el interior de la Iglesia - ha observado el Papa - es siempre así. Las objeciones a la obra apostólica de Cirilo y Metodio se disfrazan de motivaciones 'religiosas': había quien decía que sólo se puede alabar a Dios -decían- en las tres lenguas escritas en la cruz, hebreo, griego y latín”. Cirilo -ha recordó el Papa Francisco- “responde con firmeza: Dios quiere que cada pueblo lo alabe en su propia lengua”. Y junto a su hermano Metodio encontró apoyo en la Iglesia de Roma y en el Papa Adriano II, que “aprobó sus textos litúrgicos en lengua eslava, los hizo colocar en el altar de la iglesia de Santa María la Mayor y cantó con ellos las alabanzas al Señor según esos libros”.
Cirilo murió pocos días después, sus reliquias aún se veneran en Roma, en la basílica de San Clemente. Metodio, ordenado obispo, regresó a los territorios de los eslavos, donde “tuvo que sufrir mucho, incluso fue encarcelado. Pero la Palabra de Dios”, ha añadido el Sucesor de Pedro, “no está encadenada y se difundió entre esos pueblos”.
En la parte final de su catequesis sobre Cirilo y Metodio, el Papa Francisco ha destacado tres “aspectos importantes” de su testimonio, empezando por la vocación a la unidad. “Los griegos, el Papa, los eslavos: en aquel tiempo - ha recordado el Pontífice - había en Europa una cristiandad indivisa, que colaboraba para evangelizar”.
El segundo rasgo del testimonio de los dos Apóstoles de los eslavos destacado por el Papa Francisco ha sido su perspicacia para “inculturar” el anuncio del Evangelio en el contexto dado, porque “No se puede predicar el Evangelio en abstracto, 'destilado'. El Evangelio debe ser inculturado”.
Por último, los dos hermanos misioneros obraron siempre con libertad. “En la predicación -ha proseguido el Papa Francisco- es necesaria la libertad. Pero la libertad necesita siempre coraje. Una persona es libre cuanto más valiente es. Y no se deja encadenar por tantas cosas que le quitan la libertad”.
Tras la catequesis, dirigiendo un saludo a los fieles y peregrinos de lengua italiana, el Papa Francisco ha reiterado su llamamiento para detener la violencia en Oriente Medio, ha pedido la liberación de todos los rehenes y ha animado a la comunidad internacional a buscar y encontrar caminos de paz. El Papa ha animado a mantener abiertas las vías para la entrada de ayuda humanitaria en Gaza, y ha recordado la Jornada de ayuno y oración que había convocado para pasado mañana, viernes 27 de octubre, para pedir el don de la paz en el mundo.
(GV) (Agencia Fides 25/10/2023)


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