ÁFRICA/ETIOPÍA - El Eparca de Adigrat: “Permanezcamos firmes en nuestra fe, en la gracia y la misericordia de Dios”.

jueves, 14 septiembre 2023

Adigrat Diocesi

Adigrat (Agencia Fides) - A pesar del acuerdo de paz firmado en Pretoria, Sudáfrica, en noviembre de 2022, el acceso de los medios de comunicación a la región de Tigray sigue siendo limitado y es imposible verificar la situación sobre el terreno. Con motivo del Año Nuevo etíope, celebrado el lunes 11 de septiembre, Tesfaselassie Medhin, obispo de la eparquía católica de Adigrat, ha remitido a la Agencia Fides una breve nota en la que expresa una vez más su profunda frustración por la atormentada población de la región norte de Etiopía. Se trata de "un intento de arrojar luz sobre el estado actual de la diócesis de Adigrat, que abarca todo Tigray, y los desafíos inimaginables a los que se enfrentan nuestros fieles y toda la población", como dice Medhin.
"La nuestra es una región que antaño era sinónimo de belleza y razonable prosperidad ha sido devastada por años de guerra brutal, dejando a la población en circunstancias calamitosas", prosigue el Eparca. "A pesar de la tragedia y la angustia en la que seguimos viviendo desde hace más de cuatro años, abrazamos el Año Nuevo etíope con un rayo de esperanza, tomando fuerza e inspiración de nuestra fe inquebrantable y alabando a Dios y a los actores del acuerdo de paz para que la guerra termine definitivamente."
Los cruentos combates en el país comenzaron el 4 de noviembre de 2020. “Actualmente es una tierra destruida, infraestructuras, instituciones, servicios, todo devastado o profundamente afectado por el conflicto. Es una realidad sobre el terreno que quizá aún no comprendan o perciban quienes desde fuera creen que el acuerdo de paz de Pretoria está plenamente vigente. Las consecuencias de esta devastación son desastrosas: la suspensión total de la ayuda alimentaria humanitaria con millones de personas desesperadamente necesitadas. Los desplazados, tanto dentro de Tigray como fuera de sus fronteras, viven en condiciones totalmente precarias en refugios provisionales y escuelas improvisadas, abandonados a su suerte, con sus vidas pendiendo de un hilo. Los niños, que deberían estar escolarizados, llevan cuatro largos años privados de su derecho a la educación. La escasez de alimentos y medicinas es un asesino silencioso, especialmente entre los más jóvenes y frágiles”.
Un tercio de Tigray está bajo control de fuerzas extranjeras y la ocupación ha paralizado la capacidad de la región para recuperarse y reconstruirse. Las carreteras siguen bloqueadas, aislando a las comunidades e impidiendo el acceso a los servicios sociales y a los mercados esenciales. "El asedio a nuestros planes pastorales y al acceso a las parroquias - explica el Eparca - agrava el sufrimiento de nuestros fieles, privándoles de su alimento y orientación espirituales”.
“La grave situación de Tigray requiere la atención y el apoyo urgentes de las comunidades nacional e internacional. Es nuestra responsabilidad colectiva aliviar el sufrimiento de la población, restaurar su dignidad y reconstruir sus vidas. Al comenzar el Año Nuevo etíope, no olvidemos a nuestros hermanos y hermanas de Tigray, que son solidarios y trabajan incansablemente para llevar alivio y estabilidad a esta región devastada por la guerra. Mantengámonos firmes en la fe, la gracia y la misericordia de Dios”, concluye Medhin. (AP) (Agencia Fides 14/9/2023)


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