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Monterrey (Agencia Fides) – “¿Cuál es la parte que nos toca a todos como ciudadanos en esta lucha para que exista paz en México?”, así lo pregunta Rogelio Cabrera López, Presidente de la Conferencia Episcopal de México, (CEM) hablando sobre el diálogo que la Iglesia católica ha iniciado a nivel nacional con el objetivo de eliminar la violencia en el país.
En una entrevista con la Agencia Fides, Mons. Cabrera, que también es Arzobispo de Monterrey, ha explicado que, a través de reuniones, diálogos y foros, la Iglesia local desea implicar a toda la comunidad sobre cuál puede ser el camino a seguir para perseguir este objetivo y promover la paz. Se trata de garantizar la seguridad y la justicia en un contexto en el que hay un creciente número de desaparecidos, así como un incremento de la violencia y la criminalidad.
Según datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, México registró en el primer semestre de 2023, 15.122 homicidios, es decir, 1.68% menos con respecto al 2022. En junio de 2023 se registraron 2.536 homicidios. En el Censo Nacional del Sistema Penitenciario Federal y Estatal del 2023, se indica que en los 284 centros penitenciarios de todo México, hay 232.230 personas detenidas, de los cuales 217.657 son varones y 13.073 son mujeres.
Otra cifra relevante del Ministerio del Interior es el número de desaparecidos y no localizados desde 1962 hasta el 10 de septiembre de 2023, que asciende a 111.461.
“No es posible que en un país donde no hay justicia, pueda haber orden y tranquilidad. Por eso es importante el Encuentro Nacional en el que fieles laicos, personas que están en organismos que procuran la paz, sacerdotes, consagrados, consagradas y obispos nos sentemos a dialogar sobre estos temas que duelen mucho en nuestro país”, ha afirmado el Presidente de la CEM.
Recientemente, la Arquidiócesis de Monterrey ha celebrado un encuentro diocesano, denominado 'Acércate', en el que personas comunes han aportado su testimonio sobre cómo se puede alcanzar la paz. “Hemos tenido encuentros de empresarios, de mujeres, de jóvenes, de consagradas y consagrados, de seminaristas, de sacerdotes; todo para proponer como esperamos que haya paz en nuestro estado de Nuevo León y en nuestro territorio diocesano”.
El prelado ha señalado también que desde hace tiempo se lleva un trabajo en el que se promueve el tejido social, principalmente en las colonias populares, donde las personas, además de violencia, sufren por la pobreza y pocas oportunidades de desarrollo integral, especialmente con quienes están involucrados en el narcotráfico y actividades criminales.
“En nuestra arquidiócesis hay unos diez mil reclusos, hombres y mujeres, que tenemos que animar, promover y guiar hacia un camino de conversión para que cuando salgan libres puedan ser respetuosos de la ley y respetuosos del ser humano”, ha explicado Mons. Cabrera. “Otra tarea es el apostolado ‘Raza nueva’, en el que los misioneros trabajan con jóvenes en situación de calle o de pandillas, tratando de convertirlos en misioneros para que puedan llevar el anuncio del Evangelio. La Iglesia Católica tiene la labor de convencer que el camino de la paz es el camino de Dios”.
Para concluir, el arzobispo ha destacado la importancia de la pastoral juvenil y de una educación que responda a las necesidades de los ciudadanos.
(APM/AP) (Agencia Fides 13/9/2023)
