ASIA - El viaje del Papa Francisco a Mongolia, culmen de décadas de encuentros entre budistas y católicos

lunes, 24 julio 2023 diálogo   budismo   papa francisco   iglesias locales   vida monástica  

Wikimedia Commons

por Victor Gaetan*

Mongolia estableció relaciones diplomáticas con el Vaticano en 1992. Es el país sin salida al mar más grande del mundo, con una población de sólo 3,3 millones de habitantes. Según el censo nacional de 2020, el 52% de la nación es budista, el 41% se considera "no religioso", el 3,2% musulmán y el 1,3% cristiano. La próxima peregrinación del Santo Padre (31 de agosto-4 de septiembre) es el momento culminante de décadas de encuentros entre budistas y cristianos.

Ulaanbaatar (Agencia Fides) - El próximo viaje del Papa Francisco a Mongolia está siendo aclamado como un acontecimiento inédito, ya que ningún Papa ha visitado nunca el país. No obstante, décadas de trabajo misionero y diplomático han sentado las bases para esta peregrinación, que tendrá lugar del 31 de agosto al 4 de septiembre.
La dimensión budista-cristiana del encuentro es una de las razones cruciales por las que el Papa Francisco ha dado prioridad a Mongolia. Sabemos que aprecia el diálogo interreligioso como antídoto contra el conflicto y la demonización de los adversarios que practican numerosos políticos.
Trazando tres líneas de la labor a largo plazo de la Iglesia para encontrar un terreno común con las comunidades budistas, y luego dando fe de cómo Francisco ha acelerado activamente estas tendencias, vemos cómo los misioneros y los diplomáticos están en sintonía, especialmente bajo su liderazgo. Se trata de un liderazgo poderoso, que también destacará en Mongolia.
A través del Dicasterio para el Diálogo Interreligioso (DID), la Federación de Conferencias Episcopales de Asia (FABC), el Dialogue Interreligieux Monastique-Monastic Interreligious Dialogue (DIM-MID) y las figuras únicas que han dado su vida por un mayor entendimiento mutuo, se han hecho enormes progresos hacia la construcción de una “cultura de la compasión”, título de un excelente libro sobre el encuentro entre budistas y católicos (Urbaniana University Press, 2020) con una inestimable introducción de John Borelli, académico de la Universidad de Georgetown.

Mensajes del Vesak
Mons. Indunil Janakaratne Kodithuwakku, srilankés, es secretario del Dicasterio para el Diálogo Interreligioso (DID), nombrado en 2019, tras haber sido subsecretario desde 2012. Se describe a sí mismo como “nacido en el diálogo interreligioso” porque su madre creció en una familia budista y se hizo católica al casarse. Entre sus vecinos y compañeros de clase había budistas, musulmanes y cristianos.
“Crecí en una cultura pluralista y este pluralismo ha forjado mis actitudes, mis percepciones, mi visión del mundo”, explica. Mientras enseñaba misionología en la Universidad Pontificia Urbaniana, llevó a sus alumnos a un templo budista de Roma para que conocieran a monjes budistas.
Kodithuwakku afirma que el diálogo interreligioso es un “proceso evolutivo”. Atribuye al Concilio Vaticano II, en particular a la Declaración Nostra Aetate, el impulso principal para promover este proceso. En 1986, los budistas participaron en la Oración de Asís dirigida por el Papa Juan Pablo II.
Dos iniciativas del Pontificio Consejo para el Diálogo Interreligioso en 1995 -el primer mensaje de Vesakh y el coloquio teológico- ofrecen ejemplos de encuentros regulares y respetuosos que construyen relaciones a lo largo del tiempo.
El plenilunio de abril-mayo es una fiesta sagrada para los budistas de todo el mundo, en la que se celebra el nacimiento, la iluminación y la muerte de Gautama Buda. Bajo la dirección del cardenal Francis Arinze, el Consejo Pontificio (ahora Dicasterio) para el Diálogo Interreligioso comenzó a celebrar el Vesak enviando saludos dirigidos a los “amigos budistas” a través de los nuncios apostólicos de casi todos los países. Los saludos se traducen y difunden en las lenguas locales.
Recientemente, el 21 de abril, el Prefecto del Dicasterio para el Diálogo interreligioso, el Cardenal Miguel Ángel Ayuso Guixot, y monseñor Kodithuwakku enviaron un saludo con motivo del Vesak titulado “Budistas y cristianos: Sanar las heridas de la humanidad a través de Karuna y Agape”.

Diálogo teológico
El mismo tema será abordado en el séptimo coloquio budista-cristiano patrocinado por el Dicasterio, que se celebrará en noviembre en Bangkok (Tailandia), en la Maha Chulalongkorn Raja Vidhyalaya University, una universidad budista Theravada. Pero la organización del evento también está coordinada por la Maha Makut Buddhist University, asociada a la tradición Mahayana, por lo que estarán representadas las dos escuelas más importantes del pensamiento budista.
El primer coloquio budista-cristiano patrocinado por el Dicasterio para el Diálogo Interreligioso fue acogido en 1995 por la Orden Budista Fo Guang Shan en su monasterio de Kaohsiung (Taiwán). Tres años más tarde, el segundo coloquio se celebró en un monasterio benedictino de Bangalore (India).
“Vivimos en una época en la que crece el tribalismo”, señala monseñor Kodithuwakku. “En la sociedad tribal uno está vinculado a su grupo. Sólo se piensa en el propio grupo. Los demás pueden existir, pero son secundarios. En cambio, el Papa Francisco promueve una sociedad fraterna”. En la que “se intenta tratar al otro como hermano, es justo lo contrario de la sociedad tribal. Y el diálogo religioso, desde el principio, ha promovido la sociedad fraterna. Aunque cada uno esté profundamente arraigado en su propia identidad, intentamos abrirnos al otro con respeto y comprensión. Esto no significa ocultar o anular nuestras diferencias. Las diferencias persisten. Las religiones no son equivalentes. Pero, al mismo tiempo, respetamos la diversidad y, basándonos en valores universales, intentamos hacer de este mundo un lugar mejor”.

El cardenal Marengo y la FABC
Un alto representante de la Iglesia que aprecia la serie de conversaciones budista-cristianas es el Cardenal Giorgio Marengo, Prefecto Apostólico de Ulán Bator. En una entrevista con ocasión de la reunión de 2022 de la FABC, el cardenal Marengo reflexionó sobre su participación en las conversaciones budista-cristianas.
“Esto me dio la gran oportunidad de aprender más sobre el mundo budista. Participé en la edición de 2015 en Bodh Gaya, India, y para mí fue realmente una revelación en un horizonte más amplio, porque en Mongolia solo conocía la realidad del budismo mongol. El encuentro de 2015 se centró más en la tradición Theravada”, explica el cardenal Marengo. Y continúa: “Luego, en 2017, en Taipéi, Taiwán [en el monasterio budista Ling Jiou], de nuevo, fue una iniciativa fructífera. Pedí a los organizadores que invitaran a un monje budista de Mongolia porque no había asistido a reuniones anteriores. Así que también fue una experiencia de amistad. El monje que asistió es un guía muy conocido de un gran monasterio de Mongolia. Estas ocasiones me dieron la oportunidad de aprender más sobre el budismo en general”. (El budismo en Mongolia, al igual que en Tíbet, se ajusta más a la tradición Mahayana, mientras que el budismo Theravada se practica en el sudeste asiático: Laos, Myanmar, Sri Lanka, Tailandia y Vietnam).
La FABC tiene su propia historia de desarrollo de relaciones con la fe mayoritaria en Asia. En su primera asamblea plenaria, celebrada en 1974 en Taipei, la Federación de Conferencias Episcopales de Asia adoptó como principio rector la imagen de la Iglesia asiática como Iglesia del diálogo. Cuatro años más tarde, la FABC creó una Oficina de Asuntos Ecuménicos e Interreligiosos, que promovió el compromiso en este campo.
Lo que la FABC entiende por budismo está maravillosamente expresado en un documento de 1997 sobre cómo el Espíritu Santo anima la fe: «Durante tantos siglos, el budismo ha nutrido la vida espiritual de casi toda Asia, llevando los frutos del amor compasivo, la compasión, la alegría y la paz mental a la vida de millones de personas en Asia. Cuando los cristianos vienen a compartir algo de la visión de Buda y de la experiencia vivida en la vida de la gente... ¿qué pueden percibir sino la obra del Espíritu que ellos también han experimentado?».

Personalidades extraordinarias
La Orden Benedictina formalizó los intercambios entre monjes cristianos y budistas en los años sesenta y setenta. La secretaría Dialogue Interreligieux Monastique-Monastic Interreligious Dialogue (DIM-MID) tiene incluso un logotipo que incorpora una cruz y el enso (círculo) zen.
(DIM-MID es una comisión de la Confederación Benedictina con vínculos formales con ambas ramas de la Orden del Císter).
Al menos 15 intercambios en los últimos 30 años han llevado a monjes budistas a realizar estancias prolongadas en comunidades monásticas cristianas y viceversa.
El venerable Phra Dr. Anil Sakya es un erudito budista y subdirector del monasterio real de Wat Bovoranives Vihara, en Bangkok (Tailandia).
Sakya nació en Nepal en 1960 y a los 14 años su padre, sacerdote budista, lo envió a estudiar a Tailandia. Fue el primer monje en recibir una beca del rey tailandés para estudiar antropología social en la Universidad de Cambridge (Reino Unido), donde era el único monje budista de la escuela y posiblemente de la ciudad.
“Era un extraño dondequiera que fuese”, dice el reflexivo Phra Sakya.
Desde entonces, se ha movido entre países y tradiciones. Describe con calma y lirismo cómo ha colaborado estrechamente con el Patriarca Supremo tailandés, ha conocido al Papa Francisco cuando el Pontífice estuvo en Tailandia y ha asistido a una conferencia sobre desarrollo sostenible en la Santa Sede.
“Entre los sacerdotes católicos que he conocido, hay una apertura para aprender sobre el dharma”, explica el monje. “Esta apertura es correspondida por los budistas. Hemos tenido muchos encuentros maravillosos”.

El Papa Francisco y la fraternidad
Precisamente fue un monje budista el primero en felicitar a monseñor Marengo cuando el Papa le eligió como miembro del Colegio Cardenalicio en 2022.
“Estaba en Italia y fui a la misa dominical con dos sacerdotes católicos mongoles que viajaban conmigo, junto con un monje budista”, ha relatado el mismo Marengo. “Luego fuimos a visitar una comunidad de religiosas misioneras de la Consolata en las afueras de Roma. Tuvimos un buen encuentro. Mientras tanto, el anuncio [de los nuevos cardenales] se había hecho en el Ángelus. Nos enteramos después. Y el abad budista fue el primero en felicitarme. Por supuesto, fue una gran sorpresa para mí, pero sabemos lo importante que es el diálogo interreligioso para el Papa Francisco”.
De hecho, la visita del Papa a Mongolia es la culminación de casi 60 años de creciente hermandad con nuestros hermanos y hermanas budistas.
Como escribe el Prefecto del Dicasterio para el Diálogo Interreligioso, Cardenal Miguel Ayuso Guixot: “Acompañados por el diálogo de fraternidad y respeto del Papa Francisco, budistas y cristianos de todo el mundo han sido capaces de encontrar formas creativas de compartir juntos las alegrías y los misterios de la vida y de cooperar por el bien común de todos y la supervivencia de nuestra asa común”.
(Agencia Fides 24/7/2023)

*Victor Gaetan es Senior Correspondent del National Catholic Register y se ocupa de cuestiones internacionales. Escribe también para la ribista Foreign Affairs y ha colaborado con Catholic News Service. La Asociación de prensa católica de América del Norte ha otorgado a sus artículos cuatro premios, entre ellos por excelencia individual. Gaetan ha conseguido una licenza (B.A.) en Estudios Otomanos y Bizantinos en la Universidad de la Sorbona de Paris, un M.A. en la Fletcher School of International Law and Diplomacy y un doctorado en Ideología en la Literatura en la Tufts University. Es autor del libro God’s Diplomats: Pope Francis, Vatican Diplomacy, and America's Armageddon (Rowman & Littlefield, 2021). Su sitio web es VictorGaetan.org


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