Kinshasa (Agencia Fides) - Detrás del conflicto en la región de Kwamouth, en el oeste de la República Democrática del Congo (RDC), "hay manos invisibles y sangrientas que provienen de Kinshasa". Lo afirman los Obispos de la Provincia Eclesiástica de Kinshasa (que comprende las diócesis de Boma, Idiofa, Inongo, Kenge, Kikwit, Kinshasa, Kisantu, Matadi, Popokabaka) en un comunicado publicado el domingo 21 de mayo al final de su Asamblea.
La violencia comunitaria comenzó en junio de 2022 en el territorio de Kwamouth (provincia de Mai-Ndombe), causada por una disputa territorial entre los Teke, que se consideran originarios y propietarios de los pueblos situados a lo largo del río Congo a lo largo de unos 200 kilómetros, y los Yaka, que se establecieron en la zona después de ellos (véase Fides 29/9/2022)
Desde entonces, la violencia se ha extendido a las provincias vecinas de Kwilu y Kwango hasta llegar al municipio de Maluku, a la entrada de Kinshasa (véase Fides 16/5/2023). Los enfrentamientos han causado al menos 300 muertos, según la ONG Human Rights Watch.
"Partiendo de una disputa de tierras, este conflicto está siendo asumido por personas que defienden intereses políticos y económicos ocultos", afirman los obispos de la Provincia Eclesiástica de Kinshasa, que han llevado a cabo una misión de investigación en la zona para comprender la naturaleza del enfrentamiento.
"Al finalizar las visitas pastorales, las entrevistas, los contactos y los testimonios recogidos entre los diferentes estratos de la población, hemos llegado a la íntima convicción de que detrás de este conflicto se esconden invisibles manos sanguinarias procedentes de Kinshasa", denuncian los obispos, según los cuales el conflicto está siendo instrumentalizado "por algunos políticos en busca de legitimidad local". También hay, según los obispos, "intereses económicos destinados a confiscar tierras a poblaciones que siempre las han ocupado pacíficamente".
Los obispos concluyen haciendo un llamamiento al diálogo y la reconciliación entre las distintas tribus y grupos étnicos, y a los políticos para que no persigan intereses partidistas, sino los de la nación.
El conflicto ha provocado el éxodo de varias decenas de miles de personas. Entre ellas hay más de 3.000 desplazados de la zona de Kwamouth que han sido acogidos por la organización local de Cáritas en Bandundu.
(L.M.) (Agencia Fides 23/5/2023)