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Sukabumi (Agencia Fides) - La historia misionera de las Hermanas Franciscanas en la ciudad de Bergen op Zoom (Boz), en los Países Bajos, expresa plenamente el auténtico espíritu y la dedicación apostólica de muchas personas y congregaciones que, en su trabajo misionero, se han desprendido de cualquier enfoque colonialista y se han sumergido plenamente en el contexto local. Hasta el punto de convertirse en parte integrante del mismo, llegando a disolverse y dar origen a una congregación religiosa local. Todo este proceso histórico ha sido recordado en Indonesia -tierra a la que llegaron primero los colonos portugueses y luego los holandeses- en una celebración organizada estos días por la Congregación de las Hermanas Franciscanas de Sukabumi (SFS), ciudad de Java Occidental, que han celebrado el 90 aniversario de su presencia en Indonesia, recordando su fundación en 1933. Aunque, por aquel entonces, el instituto no tenía ese nombre y sólo estaba compuesto por misioneras europeas.
Hay que decir que, en aquella época, las islas del Sudeste Asiático seguían siendo las "Indias Orientales Holandesas", posesiones coloniales de los Países Bajos en Asia, iniciadas en el siglo XVI. La presencia de los holandeses duró hasta mediados del siglo XX, cuando, en 1949, el gobierno de Ámsterdam concedió la independencia a las Indias Orientales Holandesas, que pasaron a llamarse Indonesia.
Una religiosa franciscana holandesa, la hermana Rosa de Bie, fue la primera en ir de misión allí y abrir la puerta del primer convento hace 90 años. "Probablemente yo seré la última, la que cierre la puerta", declara sonriente la hermana Marie-Cecile Herder, una de las tres hermanas Franciscanas de Bergen op Zoom que aún vive. La hermana Marie-Cecile Herder, procedente de los Países Bajos, ha participado con alegría en la celebración, recordando cómo surgió lo que hoy es a todos los efectos una congregación religiosa local, reconocida por los obispos indonesios. La congregación religiosa de Sukabumi es, de hecho, la "versión indonesia" del instituto religioso holandés de las Franciscanas de Bergen op Zoom. Ha asumido y adoptado la espiritualidad franciscana, reconociéndose como "una rama de esa planta" y reconociéndola como su inspiración y raíz.
Dirigiéndose a las hermanas indonesias, Sor Marie-Cecile se ha mostrado muy contenta de ver que el carisma de las hermanas Franciscanas holandesas ha vuelto a florecer en Indonesia, en su especificidad y creatividad, un verdadero ejemplo de "inculturación": "Todavía hay tres hermanas Boz en Holanda. Una -dice- tiene 96 años y la más joven 80 y está enferma. Yo soy la que sigue más activa y pude viajar a Indonesia. No quería perdérmelo. Llevo en el corazón la alegría de una celebración tan intensa y festiva aquí en Sukabumi. Las hermanas y el pueblo experimentan la unidad comunitaria, están enraizados en la Eucaristía. Aquí hay un florecimiento de vocaciones a la vida consagrada que nos da tanta esperanza. Las hermanas de Sukabumi son como un nuevo brote nacido de un tronco antiguo".
La hermana Marie-Cecil recuerda la aventura misionera de las seis hermanas que, en 1933, zarparon de Marsella rumbo a Yakarta, entonces llamada Batavia. Primero se dedicaron a atender a los enfermos en los hospitales de Semarang y Muntilan. Luego se trasladaron a Sukabumi, donde siguieron trabajando en la asistencia sanitaria, acogidas en una casa por los lugareños. Después consiguieron una residencia permanente, lo que aún hoy es la Casa Madre de las Hermanas de Sukabumi.
La hermana Vincentia, indonesia, que es la actual madre superiora del SFS, dice que hoy el instituto cuenta con 109 religiosas, presentes en varias diócesis indonesias, como Bogor, Semarang, Palangka Raya (en Borneo) y, en un futuro próximo, en Samarinda (también en Borneo). En 1996, la congregación SFS fue reconocida como congregación religiosa autónoma en la diócesis de Bogor, ya que el número de hermanas holandesas en Boz estaba disminuyendo debido a la falta de vocaciones religiosas.
La hermana Rosa de Bie fue la fundadora de la congregación holandesa de las Hermanas de Boz, y la hermana Marie-Cecile será probablemente la última de las hermanas que visite la antigua misión de Indonesia. La misionera regresa a Holanda con una certeza y un consuelo: la obra del Espíritu Santo continúa y el legado espiritual y el celo apostólico de las religiosas holandesas perviven en la vida y en la labor pastoral de tantas religiosas indonesias de hoy.
(MH-PA) (Agencia Fides 17/5/2023)
