ASIA/VIETNAM - Fe y caridad de los católicos vietnamitas en el tiempo pascual

Hanoi (Agencia Fides) - En todas las diócesis de la Iglesia vietnamita se han celebrado solemnemente las liturgias pascuales con gran participación de la gente. El tiempo pascual en las comunidades vietnamitas normalmente está acompañado por obras de caridad, por la predicación de un anuncio de esperanza y por la oración en los santuarios. Al celebrar la Resurrección el Domingo de Pascua, monseñor Joseph Nguyen Chi Linh, arzobispo de Hue (Vietnam central), dijo: "La Pascua divide la historia de la salvación en dos partes. La parte en la que nos encontramos es la del futuro luminoso, en la nueva vida dada por Cristo resucitado, que nos ayuda a caminar serenamente en nuestra fe y a ir con firmeza y valentía a predicar el Evangelio pascual. La Pascua no es un acontecimiento para celebrar como un recuerdo, sino un momento de gracia que cambia la vida, que nos saca de las penas y los vicios del pasado y nos introduce en una vida nueva". El espíritu de resurrección se expresa en obras de caridad y evangelización. En la diócesis de Hue, grupos de voluntarios recogen cada domingo los objetos usados donados por las familias, los clasifican, los reciclan y los revenden a los comerciantes: los beneficios constituyen un fondo de ayuda a las personas en situación difícil o indigentes.
En la diócesis de Ba Ria (Vietnam del Sur), respondiendo a la llamada del obispo Emmanuel Nguyen Hong Son, los fieles de asociaciones y parroquias dedican mucho tiempo y esfuerzo a obras de caridad para ayudar a los pobres y los enfermos.
En Hanoi (Vietnam del Norte), el arzobispo Joseph Vu Van Thien visitó y animó a los voluntarios de las " Love meals ", comidas que se llevan a los enfermos del hospital oncológico Tan Trieu "para expresar la solidaridad con los enfermos de cáncer que reciben tratamiento en el hospital". En una visita organizada por Cáritas diocesana, sacerdotes, religiosas, seminaristas y religiosos visitaron también el Hospital Psiquiátrico y la Asociación de Ciegos de la ciudad de Hue, llevando consuelo, sonrisas, solidaridad, esperanza y un único mensaje: el amor y la misericordia de Dios que salva a todas las personas.
El santuario que lleva el nombre del beato Andrés Phu Yen, donde los peregrinos recitan oraciones y piden gracias, es un lugar de gran afluencia en Semana Santa, sobre todo de jóvenes. El santuario se encuentra en la provincia de Quang Nam, en la diócesis de Da Nang (centro de Vietnam). El Beato Andrés Phu Yen, nacido en 1625, ya ejercía de catequista en su adolescencia junto al padre jesuita Alexandre de Rhodes. Fue decapitado a la edad de 19 años por su determinación de "permanecer fiel a Jesús hasta su último aliento" el 26 de julio de 1644, en el lugar del santuario. Fue beatificado por San Juan Pablo II el 5 de marzo de 2000. Es un punto de referencia y una fuente de inspiración para la fe de los jóvenes vietnamitas.
(PA-AD) (Agencia Fides 13/4/2023)

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