Brazzaville (Agencia Fides) - Más de 2.600 refugiados en el centro-este del Congo-Brazzaville se encuentran en una situación precaria. Así lo afirma Cáritas Congo, según la cual las condiciones sobre todo de los niños son muy preocupantes. Los refugiados proceden de la provincia de Maï-Ndombe, en el oeste de la República Democrática del Congo (RDC), y huyen de un conflicto territorial entre las comunidades Teke y Yaka (véase Fides 29/9/2022).
Un total de 2.639 personas han cruzado el río Congo desde finales de agosto y principios de septiembre para refugiarse en la subprefectura de Ngabé, en el centro-este de la República del Congo.
Cáritas Congo afirma que las malas condiciones higiénicas en las que se ven obligados a vivir los refugiados son muy preocupantes, con el riesgo de propagación de epidemias, y la escasez de alimentos, agravada por la fluctuación de los precios de los alimentos de la capital, Brazzaville.
Además, no se pueden descartar nuevos flujos de refugiados desde la provincia de la RDC, donde la situación sigue siendo muy tensa.
Al menos 20 personas han perdido la vida a principios de esta semana en un ataque a la aldea de Boku, en el territorio de Kwamouth, provincia de Mai-Ndombe. Los enfrentamientos entre Teke y Yaka, que estallaron en junio, dejaron al menos 180 muertos según las autoridades de Kinshasa y obligaron a varias decenas de miles de personas a huir a otras partes de la RDC o a la vecina Congo Brazzaville (República del Congo).
Los enfrentamientos que se iniciaron en Mai-Ndombe en junio se han extendido después a la vecina provincia de Kwilu, donde el 2 de noviembre un ataque a la aldea de Misia ha causado al menos 16 muertos, según las autoridades provinciales.
La Conferencia Episcopal Nacional Congoleña (CENCO) RDC ha convocado una marcha pacífica el domingo 4 de diciembre para exigir seguridad para la RDC. “La situación es grave. Nuestro país está en peligro. No balcanicemos la RDC. De norte a sur, de este a oeste, así como en la diáspora, levantémonos todos para salvaguardar la integridad territorial de nuestro país. Para ello, invitamos a los cristianos y a las personas de buena voluntad a ayunar, a rezar y a realizar gestos de solidaridad con los desplazados. Además, invitamos a todos a marchar pacíficamente el domingo 4 de diciembre”, se lee en un comunicado emitido por la CENCO al término de la Asamblea Plenaria Extraordinaria celebrada en Kinshasa del 7 al 9 de noviembre. Aunque se centran principalmente en el este del país, donde hacen estragos varios grupos guerrilleros estructurados, los obispos congoleños recuerdan también la “preocupante situación de seguridad que persiste en los territorios de Kwamouth (Maï-Ndombe) y Bagata (Kwilu)”.
(L.M.) (Agencia Fides 11/11/2022)