Roma (Agencia Fides) - Los precios de los cereales se disparan a causa de la guerra en Ucrania. En la Bolsa de Materias Primas de Chicago, punto de referencia mundial para los cereales, los futuros del trigo se situaron en 1,134 dólares por bushel (unidad de medida anglosajona que corresponde a 35,239 litros), el precio más alto desde 2008. Esto sucede porque Rusia y Ucrania se encuentran entre los mayores exportadores de cereales del mundo. Entre los países importadores se encuentran también varios países africanos, que ya están sintiendo los efectos de la subida de precios, como han señalado los obispos de Burkina Faso y Níger en una declaración emitida al final de su Asamblea Plenaria Ordinaria. El episcopado de Burkina-Níger ha expresado su “gran preocupación por la situación relativa a la seguridad y el aumento de los precios de los alimentos”.
Rusia y Ucrania son los principales exportadores de trigo con una cuota de mercado mundial combinada de más del 25% en 2019. Un periodo prolongado de combates puede tener consecuencias para las cosechas, el acceso a los puertos y terminales de almacenamiento de grano, los costes de transporte y de seguros y la temporada de siembra de primavera. La guerra de Rusia con Ucrania ha puesto la seguridad alimentaria, en términos de suministro y precio, en lo más alto de la agenda de muchos países de Oriente Medio y África, ya que la región representó por ejemplo en 2021, el 70% de las exportaciones de trigo de Rusia.
Sin ir más lejos, Egipto importó de Rusia y Ucrania trigo por valor de 3.230 millones de dólares (más de dos tercios de sus importaciones totales de trigo). Libia importa el 43% de su consumo total de trigo de Ucrania y Kenia importa el equivalente al 75% de su trigo desde Ucrania y Rusia.
Para Rusia, los principales países africanos importadores son Egipto, con casi la mitad de las importaciones, seguido de Sudán, Nigeria, Tanzania, Argelia, Kenia y Sudáfrica.
Asimismo, Ucrania exportó al continente africano productos agrícolas por valor de 2.900 millones de dólares en 2020. Alrededor del 48% era trigo, el 31% maíz y el resto incluía aceite de girasol, cebada y soja.
Los costes de los fertilizantes también están aumentando. El Ministro de Agricultura keniata ha declarado en el Parlamento que Kenia compra la mayor parte de sus fertilizantes a Rusia y China, y que la guerra en curso podría hacer subir su precio si los agricultores no reciben subvenciones.
(L.M.) (Agencia Fides 3/3/2022)