Cox's Bazar (Agencia Fides) – “Tenemos el corazón abierto para brindar nuestro apoyo a todas las personas que lo necesiten en este mundo”, aseguró el cardenal Patrick D'Rozario después de haber visitado en los últimos días el campo de refugiados más grande del mundo en Cox's Bazar, donde viven un millón cien mil personas de la etnia rohingya. En un mensaje de vídeo difundido para la ocasión y enviado a la Agencia Fides, el cardenal relató su experiencia con estas palabras: “Estamos junto a ellos. Pedimos solidaridad a los pueblos de otras naciones. Cuando vine aquí por primera vez, todo el mundo estaba profundamente entristecido. Ahora veo campamentos bien organizados en los que viven de forma más humana”.
El cardenal aseguró que “los rohingya son capaces de satisfacer algunas necesidades básicas de su vida y tienen refugios dignos. Es un paso adelante. Hablo sobre la labor de Cáritas. La dedicación, la asistencia y la buena planificación de las ayudas reflejan realmente un rostro humano para estas personas”.
Por supuesto, la esperanza es que los rohingya puedan regresar a su tierra natal a Myanmar: “Pero esta no es simplemente una decisión bilateral entre Myanmar y Bangladesh. La Comunidad Internacional ha de comprometerse y participar en este proceso. Si los refugiados tienen asegurados sus derechos humanos, la ciudadanía y la seguridad, no estarán dispuestos a volver. No podemos obligarlos a volver porque sería inhumano. Estas personas deben ser bien acogidas y protegidas y deben estar acompañadas en su desarrollo y promoción humana. La situación es muy difícil”.
El cardenal recordó la preocupación del Papa Francisco por los rohingya: “El Santo Padre habla de los rohingya, los recuerda y reza por ellos. Conserva hermosos recuerdos en su corazón”. En 2017 el Papa Francisco se reunió con algunos refugiados rohingya durante su visita a Dhaka.
Después de la visita del cardenal, Immanual Chayan Biswas, jefe de operaciones del Programa de Respuesta a Emergencias en Cáritas Bangladesh, explica a Fides: “En tres años de trabajo hemos puesto en marcha un programa de acogida por el que hemos podido hacer que los refugiados pasaran de alojamientos temporales a otros más estables. Con nuestra acción tratamos de ofrecer una solidaridad concreta y dar esperanza. En 2017, la mayoría de las mujeres y niños rohingya llegaron aquí con un fuerte trauma psicológico y, en tres años, gracias a nuestro programa de apoyo psicológico y social, muchas mujeres y muchos niños han comenzado a regresar a la vida normal”.
Cáritas Bangladesh opera en Cox's Bazar junto con ACNUR, la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados, a través de un centro comunitario y 175 refugios para los residentes del campamento. Varios programas de asistencia social promovidos por Cáritas Bangladesh están ayudando a los refugiados rohingya en su promoción humana y a fomentar condiciones de vida dignas.
(FC) (Agencia Fides 25/10/2021)