MSF
Maiduguri (Agencia Fides) - La crisis en el estado de Borno ha alcanzado niveles alarmantes, con al menos 500.000 personas desplazadas o aisladas en enclaves fuera de la capital, Maiduguri. Se ven privados de cualquier medio de supervivencia, los agricultores ya no pueden trabajar la tierra, las rutas comerciales en las zonas controladas por Boko Haram han sido cerradas y los mercados están vacíos. El pasado mes de junio, el gobierno de Nigeria finalmente declaró la emergencia nutricional en el estado, reconociendo la importancia de esta crisis humanitaria. Pero la gente sigue muriendo de hambre.
Los niños menores de cinco años prácticamente han desaparecido. La falta de alimentos ha dado lugar a una tasa de malnutrición sin precedentes y los niveles de mortalidad van más allá del umbral de emergencia. La alarma ha sido lanzada por Médicos Sin Fronteras después de la reciente visita al país del presidente internacional de la ONG, que pide un aumento urgente y masivo de las intervenciones humanitarias para garantizar a las personas los alimentos y la atención médica que necesitan.
En el comunicado enviado a la Agencia Fides se lee que en dos de los 11 campos de refugiados de la ciudad de Maiduguri, desde mayo a octubre, el 50% de los niños menores de 5 años sufren de desnutrición aguda. Al mismo tiempo, las tasas de mortalidad infantil son muy altas: cada día mueren 5 niños de los 10 mil en el campo de Muna Garaje y 8 de cada 10 mil en Custom House, respectivamente 2,5 y 4 veces el umbral de emergencia. En cuanto a las vacunaciones, sólo el 50% de los niños de entre 9 meses y 5 años ha recibido una cobertura contra el sarampión en Custom House y menos del 30% en Muna Garage. (AP) (7/12/2016 Agencia Fides)