ASIA/MYANMAR - La misión de la Iglesia en un país cambiante: centro de educación servicios sociales

jueves, 24 noviembre 2011

Yangon (Agencia Fides) - "La misión de la Iglesia es ayudar a las personas a realizar su potencial. Podemos ayudar a proporcionar una educación de calidad a la sociedad. Nuestra fuerza está en los servicios, la educación y la salud, queremos poner al servicio del país, por el bien común ", dijo su excelencia monseñor Charles Maung Bo, SDB, Arzobispo de la capital, Yangon, y Secretario General de la Conferencia de Obispos Católicos de Myanmar, en una entrevista con la Agencia Fides, sobre el compromiso de la Iglesia Católica con el futuro del país, en esta etapa de cambio de la nación.
El arzobispo hace un ejemplo emblemático: "La Catedral de Santa María, en Yangon, tiene 100 años. Y es símbolo de la historia del cristianismo en esta tierra. Sobrevivió a graves daños y desastres tales como terremotos, huracanes y ataques con bombas. En un país de millones de pagodas, esta iglesia, en el centro de la ciudad principal, proclama el mensaje de Cristo. Los Cristianos comienzan el nuevo milenio y viven esta fase histórica con esperanza y optimismo".
"La Iglesia católica - dice - es una pequeña minoría sin poder. Eso no nos impide continuar con nuestra misión y para estar presente en la sociedad, de forma "discreta pero eficaz". “De hecho – continúa el arzobispo Bo - somos la única comunidad, además del ejército, ampliamente disponible en todo el país. La Iglesia abraza a todos los grupos étnicos. En muchas partes remotas, son el único grupo para llegar a la gente en sus necesidades pastorales, la educación y la salud. Somos uno de los pocos ejemplos alentadores de cómo una Iglesia indígena ha sobrevivido a pesar de las restricciones sofocantes". El Arzobispo recuerda algunas medidas dolorosas y el crecimiento de la comunidad: "Los misioneros fueron expulsados en 1966. Nuestros mejores recursos han sido nacionalizados. Escuelas y hospitales fueron robados y nos hemos convertidos en pobres de un día para otro. Sin embargo, la evangelización y el cuidado de las personas han ido por delante. Hemos pasado de 8 a 16 diócesis. De 300.000 católicos, ahora 750.000. De 150 sacerdotes a 750, las religiosas eran 400 y ahora son 1.600. Tenemos cientos de catequistas. Todas las diócesis tienen sus propias redes de Cáritas, las actividades pastorales y sociales". Hoy en día, en un país que está cambiando, la Iglesia - concluyó - será "un recurso para el futuro del país". (PA) (Agencia Fides 24/11/2011)


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