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Kidapawan (Agencia Fides) - El padre Fausto "no amaba las ceremonias" y "trabajaba en una relativa oscuridad". "Era un misionero que ha mostrado misericordia, especialmente a los hijos más pequeños de Dios entre sus feligreses, los lumad (tribales). Buscó la justicia para ellos, cuando fueron despojados de sus tierras, cuando fueron acosados por hombres con armas de fuego, mientras que el gobierno parece abandonarlos": Esto es lo que dijo su excelencia monseñor Rómulo de la Cruz, Obispo de Kidapawan en homilía en la misa funeral por el P. Fausto Tentorio, PIME, que se celebró la mañana del 25 de octubre en Kidapawan (ver otro artículo de Fides, ed.)
El obispo, que envió el texto de su discurso a la Agencia Fides, señaló que más allá de las etiquetas tales como " sacerdote ecologista" o "defensor de los derechos humanos", al p. Fausto "hay que recordarle simplemente como un sacerdote bueno y fiel, que amaba a su pueblo, y trató de servirle lo mejor posible, incluso cuando peligraba su propia vida". Mons. De La Cruz recordó las palabras de su textamento que cita al profeta Miqueas, por lo que Dios pide al hombre. "Practicar la justicia, amar la misericordia, y caminar humildemente ante tu Dios". "Esto es lo que el Padre Fausto ha hecho ", tan humilde, dijo el obispo, y " a pesar de ello, se ha ganado enemigos, como le ocurrió a Jesús".
Podría haberse ido hacía 26 años, cuando fue asesinado el hermano P. Tullio Favali - dijo en su homilía - "pero no lo hizo porque estaba enamorado de su pueblo" y dijo a la gente "vuestro sueño es mi sueño, somos compañeros en la construcción del Reino de Dios"
"Podemos decir con certeza - dijo monseñor De La Cruz - que la muerte de Fausto, es el cumplimiento de lo que dice San Juan en el Evangelio:" No hay amor más grande: dar la vida por los propios amigos (Juan 15:13) La muerte de Fausto, es simplemente una imitación de la muerte de Jesús en la cruz".
El obispo agradeció al P. Fausto por su misión, sus familiares, el Pontificio Instituto de Misiones Extranjeras, señalando que "la Iglesia local de la diócesis de Kidapawan siempre estará marcada por la sangre de los dos misioneros, p. Favali y p. Tentorio". Para concluir, aseguró que "gracias a sus oraciones desde el cielo, vamos a seguir adelante y continuar su misión". (PA) (Agencia Fides 25/10/2011)
