ASIA/COREA DEL NORTE - El arzobispo Kim después de que el viaje al Norte: "Un viaje centrado en temas religiosos, una esperanza para la paz"

martes, 27 septiembre 2011

Kwanju (Agencia Fides) - El viaje de siete líderes religiosos en Corea del Norte deja una puerta abierta a la esperanza de que la religión pueda volver a florecer más allá de la "Cortina de Bambú": es el deseo expresado al final de la jornada, por su excelencia monseñor Iginio Kim Hee-joong, Arzobispo de Kwanju y Presidente de la Comisión Episcopal para el Diálogo Interreligioso, quien encabezó la delegación de líderes religiosos de la "Conferencia de Corea de Religiones por la Paz", llevada a cabo en Pyongyang del 21 al 24 de septiembre (ver Fides 22/9/2011). Hablar de la religión y orar a Dios en Corea del Norte - que ha sido uno de los últimos estados en el ranking del respeto a la libertad religiosa en el mundo - es, sin duda poco frecuente, explica a Fides el arzobispo, hablando del "momento muy emotivo en el que los creyentes religiones han orado por la paz en el monte Baekdusan", el pico más alto de la península coreana.
"La naturaleza del viaje - señala monseñor Kim - era puramente religiosa, sin cálculo político: y creo que los coreanos del norte lo entienden de esta misma manera". Monseñor Kim anuncia que "este tipo de reuniones se seguirán celebrando de forma regular", con el fin de "tener la oportunidad de entender y considerar recíprocamente, el punto de vista del otro". Por otra parte, según el arzobispo, las reuniones de lideres religiosos abren una esperanza de paz, porque, "aunque no es fácil restablecer la paz entre el Norte y el Sur de Corea, la visita contribuirá al menos en parte a la mejora de las relaciones entre ambas" .
El arzobispo dijo a Fides: "Reunirse ayuda a ambas partes a entenderse entre sí. Hablar en persona es una de las mejores maneras de superar los malentendidos y la desconfianza mutua. Me di cuenta de que el deseo de Corea del Norte para una unificación pacífica es tan fuerte como la del Sur".
Por esto monseñor Kim, después de la visita, espera que "los creyentes y los civiles del Norte y del Sur, puedan reunirse con mayor frecuencia y buscar una forma de cooperación. Esta dinámica podría ser de gran ayuda en el desarrollo de las relaciones pacíficas en la península coreana. Espero, entonces, que los dos gobiernos puedan sentarse en una mesa y reiniciar el diálogo ".
En las condiciones actuales de Corea del Norte, el arzobispo señaló que: "La situación humanitaria sigue siendo muy difícil. Las últimas lluvias de verano e inundaciones han causado daños en muchas partes del país y la población civil está sufriendo graves consecuencias: Se necesita ayuda alimentaria, medicinas y materiales para manejar la emergencia. Por esta razón, la Iglesia y otras comunidades religiosas tienen la intención de continuar el trabajo de cooperación humanitaria". (PA) (Agencia Fides 27/09/2011)


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