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Manila (Agencia Fides) - Los católicos filipinos están indignados por la propuesta de ley sobre salud reproductiva en el país presentada desde hace meses por el gobierno del país. Sin embargo, son muchas las protestas y las manifestaciones de grupos que expresan su desacuerdo y definen el proyecto de ley de "perjudicial para la nación". La Iglesia Católica dice que son muy pocas las oportunidades para el diálogo con el presidente Benigno Aquino, partidario de la propuesta. "Vamos a continuar con las reuniones, conferencias, manifestaciones, marchas", se lee en una declaración del Obispo de Balanga, monseñor Ruperto Santos, publicada por la Conferencia Episcopal y enviada a la Agencia Fides.
El objetivo de esta "campaña", realizado en las distintas diócesis, es velar y defender la santidad de la vida humana y la familia. Los partidarios de la ley, que está en discusión en el Parlamento, creen que esto daría lugar a una disminución de la población y ayudaría a aliviar la pobreza. Los críticos, sin embargo, se oponen al uso de fondos públicos para proporcionar anticonceptivos de forma gratuita para ser distribuidos en escuelas públicas y privadas, y para enseñar educación sexual, ya que, en parte, pondría en peligro el sentido moral.
Presidente Aquino, con su decisión de dar prioridad al proyecto de ley "ha cerrado la puerta" a cualquier posibilidad de diálogo, dijo el padre Melvin Castro, secretario de la Comisión Episcopal de Familia y Vida de la Conferencia de los obispos de Filipinas. El Arzobispo de Cebu, monseñor José Palma, dijo que estaba "arrepentido" por el hecho de que la ley representa una prioridad, y pidió a los fieles a oponerse enérgicamente. "Insto a todos a creer personalmente en la causa del Señor, en los valores del Evangelio, y a apoyar la tesis que llevamos a cabo desde hace meses", agregó el Arzobispo. Las protestas en Bataan contaron con el apoyo de al menos dos miembros de la Cámara de Diputados del país.
El padre Joel Jason, responsable de la pastoral de la familia y la vida de la archidiócesis de Manila, dijo que el gobierno de Filipinas debe tomar ejemplo de los efectos adversos que otros países están experimentando, tras la adopción de una política de salud reproducción, que está trayendo graves problemas económicos y sociales. El padre Jason advirtió en contra de esta "mentalidad anticonceptiva" y dijo que la Arquidiócesis de Manila reforzará su campaña para educar a los laicos acerca de por qué deberían oponerse a la ley. (PA) (Agencia Fides 22/08/2011)
