ASIA/NEPAL - Se hacen necesarias nuevas medidas contra el sistema de esclavitud que aflige a más de 150 mil personas

viernes, 10 septiembre 2010

Kathmandu (Agencia Fides) - En vista del diálogo que se realizará durante la 15 Sesión de Human Rights Council (HRC) sobre las diversas formas de esclavitud contemporánea, la Asian Legal Resource Centre (ALRC) y la ONG nepalés Jagaran Media Center, expresan su deseo de que se ponga a la luz la situación de trabajo forzado que aún hoy en día existe en Nepal y se conoce con el nombre de “Haliya”. Actualmente, según el National Haliya Liberation Federation (NHLF), son cerca de 150 mil nuevos esclavos del país, en particular en la zona occidental, en los distritos de Dhangadi, Dadeldhura, Doti, Bajura y Bajhang. La Haliya, que significa “aquel que trabaja la tierra”, está vinculado a un “patrón” en un sistema de trabajos forzados de diversa índole, sobre todo de carácter agrícola, en condiciones ambientales precarias y no pocas veces inhumanas, por muchos años y por toda la vida. Tienen que construir utensilios de fierro como espadas, cuchillos, hoces, pastar animales, cocer vestidos, etc. No se les paga, pero son retribuidos con pequeñas cantidades de alimentos.
La pobreza extrema y las deudas de las regiones occidentales y noroccidentales de Nepal han relegado a muchos miembros de las castas más bajas como los Dalit al estado de Haliya. Ellos son obligados a trabajar la tierra hasta que terminen de pagar sus deudas, generalmente heredada de sus antepasados de pasadas generaciones. A veces son tenidos como prisioneros con la entera familia. No teniendo un salario, los Haliya son obligados a regresar a sus patrones para pedir dinero prestado para cubrir sus necesidades personales o para emergencias familiares, generando de esta manera un ciclo de deudas con intereses siempre mayores que condenan a las generaciones futuras al mismo destino.
Además de ser gravemente explotados, los Haliya no tienen derecho a recibir alimento fresco sino tan sólo las sobras de la cosecha. Están sujetos a intimidaciones y abusos hacia sus derechos humanos, son golpeados, obligados a pasar hambre y sed como castigo. Las esclavas Haliya, por su parte, así como sus hijos, frecuentemente son violados por sus patrones. Aún cuando el gobierno de Nepal declaró la liberación oficial de todos los Haliya el 6 de septiembre de 2008, y subsanado las deudas, hay poco control y pocas multas a los transgresores, sobre todo por la falta de mecanismos legales apropiados y de fuerzas especiales de policía designadas para este campo específico. Dos años luego de su liberación formal, la mayor parte de los Haliya siguen estando bajo su patrón y sólo 450 personas del distrito de Dadeldhura han sido liberadas. El Asian Legal Resource Centre y el Jagaran Media Center han tratado de animar al Special Rapporteur a ir de visita a Nepal para documentar y referir a la Comisión en relación con estas prácticas. El Human Rights Council debe tomar todas las medidas necesarias para asegurar que el gobierno de Nepal ponga fin a este sistema de esclavitud y tome las medidas necesarias para asistir a las víctimas y castigar a los responsables de tanto sufrimiento. (AP) (Agencia Fides 10/09/2010)


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