ASIA/COREA DEL SUR - El presidente de Caritas Corea lanza de nuevo: “Sí, reconciliación!”

jueves, 1 julio 2010

Masan (Agencia Fides) – “Sí, reconciliación”: mientras Corea del Norte refuerza el arsenal nuclear o celebra los 60 años del inicio de la guerra de Corea, “no nos cansemos de proclamar el anuncio profético de la reconciliación. Lo creemos firmemente, porque lo que parece imposible para el ser humano no es imposible para Dios”. Es lo que dice en una entrevista con la Agencia Fides S. Exc. Mons. Francis Xavier Ahn Myong-ok, Obispo de Masan y Presidente de Caritas Corea, esperando que “se reconstruya la confianza reciproca”, necesaria para reanudar las relaciones bilaterales sobre bases nuevas. Caritas Corea en los últimos días, lanzó un enérgico llamamiento para la reanudación de la ayuda humanitaria para el norte (ver Fides 23/6/2010).
Excelencia, la tensión política en la península de Corea sigue siendo alta: ¿sobre qué podemos basar la esperanza de la reconciliación?

Mirando la historia de la humanidad, nos damos cuenta de que está marcada por continuas tensiones y conflictos. Así que con un poco de previsión, entendemos que esta situación es sólo un problema temporal: podemos y debemos cultivar la esperanza de la reconciliación. Muchos coreanos, y nosotros estamos entre ellos, aún creen firmemente, y la esperanza no es menor ahora que en el pasado. Como Iglesia Católica estamos rezando para que la situación mejore pronto. Nuestra esperanza de reconciliación se basa en la certeza de que lo que parece imposible para el ser humano no es imposible para Dios.
¿Cuáles son los pasos necesarios en un camino de reconciliación?

Lo primero que se necesita es reconstruir la confianza mutua entre el Norte y el Sur. A través de una renovada confianza, tenemos que hacer crecer la voluntad de una simbiosis mutua y de una coexistencia pacífica. En este contexto, la ayuda humanitaria debería tener la prioridad, como una demostración de amor hacia nuestros vecinos. No es sólo un acto de caridad de los ricos con los pobres: se trata más bien del resultado de un espíritu de benevolencia sincera, que nace del reconocimiento de la dignidad común. Este es uno de los objetivos de Caritas Corea. Como siguiente paso, creo que el Norte y el Sur pueden trabajar juntos por la paz en la península coreana y por el desarrollo de la economía y de la sociedad norcoreana. Para ello hacen falta una constante comunicación y el entendimiento mutuo. Todos sabemos que para construir una convivencia pacífica, es necesario eliminar gradualmente las diferencias a todos los niveles, entre el Norte y el Sur.
Por último, se podría considerar, conjuntamente, la tarea de la reunificación, que debe basarse en la paz y no ser una reunificación unilateral. Sin embargo, sería el resultado de un plan a largo plazo, que prevé la participación activa de todo el pueblo coreano, por lo tanto basado en una preparación sistemática y concreta.
¿Cómo responde usted a los que, en Corea del Sur, se niegan a “dialogar con el agresor”?

Personas que piensan de esta manera existirán siempre. Pero nosotros creemos en el Señor, que ha dado su vida para salvarnos. Creer en Él significa también buscar inspiración en la vida de Cristo. Jesús nos dice que amemos a nuestros enemigos y que les bendigamos, porque Él mismo los ama. Abandonemos, pues, todo acto de hostilidad y violencia, y tratemos de practicar el amor, también a través de la ayuda humanitaria, más allá de todas las razones políticas. (PA) (Agencia Fides 1/7/2010)


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