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Kathmandu (Agencia Fides) – “Este es el tiempo favorable para la misión en Nepal. Hoy es el kairós para evangelizar. Invitamos a las congregaciones religiosas de todo el mundo a enviar nuevos misioneros a Nepal”: afirma el P. Pius Perumana, Vicario Apostólico en Nepal, en diálogo con Agencia Fides, al comentar sobre la realidad de un país que vive momentos de transición política y social. “En esta fase de asentamiento de la vida pública del país – afirma – hay espacios nuevos para la misión. La Iglesia católica tiene del deber de aprovecharlos, haciéndose presente con una propuesta auténtica y coherente del Evangelio”.
En la comunidad católica (8 mil fieles) los bautizados continúa creciendo: “Estamos en cerca de 500 bautismos al año, lo cual es un signo positivo. Pero también es cierto que el proselitismo de las denominaciones protestantes (que suman unos 2 millones en el país), crea unas 100 mil conversiones al año. La misión de la Iglesia Católica debe ser más incisiva. Por ello invitamos a venir a Nepal a los sacerdotes, laicos y misioneros, y a trabajar en la viña del Señor. Nepal es hoy un campo donde se puede sembrar el Evangelio. La Iglesia está cada vez más comprometida en la sociedad y recibe solicitudes para abrir nuevas escuelas. También se puede percibir un despertar en las vocaciones locales: hoy contamos con 8 seminaristas nepaleses y otros 4/5 estudiantes”, afirma a Fides el P. Perumana.
Los nuevos espacios y las nuevas oportunidades, explica el pro-Vicario, dependen del hecho que “muchos ciudadanos nepaleses se definían hindúes hasta que Nepal dejó de ser un reino con el hinduismo como religión del estado. Hoy muchos eligen libremente qué credo seguir: el cristianismo, el islam, los cultos tradicionales”.
“Hoy la misión está abierta. Vemos con cada vez mayor claridad que los nepaleses están listos para aceptar a Cristo. Urge una predicación directa e invitar a la gente a encuentros de oración. En Godawari hemos abierto recientemente un Centro de Oración y muchas personas han mostrado interés: pero necesitan de un estímulo, una “chispa”. La Palabra de Dios tiene un poder inmenso, realiza curaciones, milagros y conversiones de corazón”.
El P. Pius continúa: “Incluso hemos registrado recientemente la conversión de un maoísta que pidió conocer a Cristo. Luego se enfermó y estuvo en el hospital. La comunidad católica le hizo sentir su cercanía, solidaridad y oración. Luego de un periodo de prueba y sufrimiento, pidió ser bautizado y está siguiendo el camino de su catecumenado”.
En la fase política de transición que se está dando, la Asamblea constituyente, luego de dos años de trabajos, tiene un año más para redactar la Constitución. En la nueva Carta los creyentes en Cristo piden “que sea reconocido el pleno derecho a la plena libertad religiosa, con la posibilidad de construir iglesias, seminarios y cementerios”, afirma el P. Pius. “El Señor nos da hoy la oportunidad y la libertad en un país laico. Necesitamos, pues, de ‘nuevos obreros para trabajar en la viña”, concluye. (PA) (Agencia Fides 25/06/2010)
