AMÉRICA/MÉXICO- Conversión personal y decisión misionera, a la luz de Aparecida

sábado, 27 febrero 2010

Mazatlán (Agencia Fides) – “La conversión no es otra cosa que adherirse a una persona: a Jesucristo y a su Evangelio; es guiarse por los valores del Reino de Dios y percibir desde el punto de vista del Evangelio la realidad y las situaciones concretas, para así afrontar de modo nuevo la vida y sus desafíos”, escribió Mons. Mario Espinosa Contreras, Obispo de Mazatlán en México, en su mensaje para la Cuaresma, de la cual recibió copia la Agencia Fides. El Obispo propuso dos dimensiones del camino cuaresmal: la conversión personal y la decisión misionera. “En el documento de Aparecida –escribió Mons. Espinosa Contreras- se nos habla de conversión personal y de conversión pastoral, y la ubicación de ello nos es ya reveladora. En el Cap. 6 ‘El itinerario formativo de los discípulos misioneros’ al tratar del proceso de formación de los discípulos misioneros, nos presenta después del Encuentro con Jesucristo donde se tiene la vivencia del Kerigma, la conversión personal, que ‘es la respuesta inicial de quien ha escuchado al Señor con admiración, cree en El por la acción del Espíritu, se decide a ser su amigo e ir tras El, consciente de que morir al pecado es alcanzar la vida’ (DA 278)” .
El cap. 7 del mismo Documento, dedicado a la “misión de los discípulos al servicio de la vida plena” hace referencia a la conversión pastoral, que se pone en relación directamente con la misión. Sobre este tema dice el documento de Aparecida: “Esta firme decisión misionera debe impregnar todas las estructuras eclesiales”. En la conversión pastoral la referencia principal es el Reino de Dios, la realidad absoluta que Jesucristo ha proclamado y vivido. Para la conversión pastoral se requiere captar el contexto histórico donde vivimos, el aspecto socio-cultural y sus transformaciones que presentan nuevos desafíos para la Iglesia y su misión de construir el Reino de Dios (…) La Conversión Pastoral nos pide pasar de una pastoral de ‘mera conservación a una pastoral decididamente misionera’ ”.
El mensaje concluye afirmando que la conversión pastoral no es “‘auto perfección’ sino la cualificación y la vivencia del Reino para ir al encuentro de los hermanos y hermanas, especialmente de los alejados”. Mons. Espinosa Contreras invocó finalmente la ayuda del Señor, pidiendo Su luz, tan necesaria para vivir la conversión personal y pastoral. (CE) (Agencia Fides, 27/02/2010 líneas 25, palabras 384)


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