AMERICA/MEJICO - El Arzobispo de Tuxtla en la Jornada de los derechos humanos: “La Iglesia siempre tratará de afanarse porque tales derechos sean aplicados a todas las personas, en todas las fases de su vida”

jueves, 10 diciembre 2009

Tuxtla (Agencia Fides) – “La dignidad de la persona humana fundamento de los derechos humanos” es el título de la carta de Mons. Rogelio Cabrera López, Arzobispo de Tuxtla, en México, enviada a la Agencia Fides. “Quiero afrontar la cuestión de los derechos humanos porque el 10 de diciembre se celebra en todo el mundo la Jornada propuesta por la Asamblea General de las Naciones Unidas – está escrito en el texto -. No hay duda que el trabajo de garantizar los derechos de cada hombre y cada mujer ha sido y será difícil, desde el momento que requiere conciencia de la identidad que tiene cada ser humano de ser respetado y aprobado. Además el respeto de tales derechos será el fundamento de la realización de la libertad, de la justicia, de la paz y del desarrollo de los pueblos”.
El Arzobispo prosigue subrayando que “los derechos humanos son derechos inherentes a todos los seres humanos, sin distinción de nacionalidad, lugar de residencia, sexo, origen nacional o étnico, color, religión, lengua u otra condición. Tenemos todos los mismos derechos humanos sin alguna discriminación. Estos derechos son interconectados, interdependientes e indivisibles”.
Al Estado y a las autoridades se asigna el deber “no sólo de reconocer sino también de respetar y defender estos derechos”, además que de vigilar sobre su realización en los límites prescritos por la ley. Tienen que ser respetados en sus articulaciones: derechos civiles y políticos, derechos sociales, culturales y económicos, derechos de los pueblos y de solidaridad. “La Iglesia siempre tratará de afanarse porque tales derechos sean aplicados a todas las personas, en todas las fases de su vida, como hemos dicho en el curso de la V Conferencia de Aparecida: 'Nuestra fidelidad al Evangelio nos impone de anunciar en todos los areópagos públicos y privados del mundo actual, y de todas las instancias de la vida y la misión de la Iglesia, la verdad sobre el hombre y la dignidad de cada persona humana'”. (CE) (Agencia Fides 10/12/2009)


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