Yaoundé (Agencia Fides) – «El padre Mbaibarem sigue en manos de los secuestradores. De vez en cuando se ponen en contacto con algunos lugareños para exigir un rescate a cambio de su liberación», ha declarado a la Agencia Fides Mons. Faustin Ambassa Ndjodo, arzobispo de Garoua, en el norte de Camerún. El sacerdote Valentin Mbaibarem, párroco de la iglesia de San Juan Bautista de Madingring, fue secuestrado el pasado 7 de mayo mientras se desplazaba por la carretera que une Guidjiba y Tcholliré.
«Esa carretera es una zona de alto riesgo –explica el arzobispo–, pues en el pasado ya se han registrado varios secuestros con fines extorsivos de viajeros. Sin embargo, es la primera vez que un sacerdote es secuestrado en esa vía».
El norte de Camerún sufre desde hace años la lacra de los secuestros, perpetrados principalmente por grupos armados que operan con fines criminales y que aprovechan la escasa presencia del Estado en regiones remotas (véase Fides 5/1/2024).
Según medios locales, pocos días antes del secuestro del padre Mbaibarem, varios profesores también fueron tomados como rehenes en la misma carretera.
La gendarmería ha intensificado los patrullajes en la zona y, gracias a estas acciones, logró liberar el 10 de mayo a un rehén secuestrado en un pueblo cercano a Garoua.
Como signo de solidaridad y apoyo espiritual, Mons. Ambassa Ndjodo ha solicitado a todas las parroquias de la archidiócesis que el domingo 11 de mayo ofrezcan una intención especial de oración por el padre Mbaibarem. Asimismo, ha encomendado a la Virgen María la pronta liberación del sacerdote.
(LM.) (Agencia Fides 13/5/2025)