Kinshasa (Agencia Fides) - Dos iglesias profanadas por un grupo de rebeldes han sido cerradas en la diócesis de Bunia, capital de Ituri, en el este de la República Democrática del Congo. Lo ha anunciado Dieudonné Uringi Uuci, Obispo de Bunia, durante la misa del domingo 22 de septiembre.
El obispo Uringi ha declarado: «En vista de los actos reprensibles cometidos por elementos del grupo armado CODECO (Cooperativa para el Desarrollo del Congo), que han cerrado las iglesias de Kpandroma y Jiba en la noche del 28 al 29 de agosto, actos calificados de profanación y que exigen una reparación en virtud del canon 1211; Considerando su amenaza contra la integridad física y moral de los sacerdotes que trabajan en estas estructuras eclesiásticas y su toma arbitraria como rehenes de dos fieles colaboradores de los sacerdotes; Considerando su intención deliberada de extorsionar dinero para la liberación de estos fieles con el único objetivo de causar daño a la Iglesia; Considerando nuestro e inmediato poder ordinario en virtud del canon 381 párrafo 1, decretamos el cierre de la parroquia Marie-Reine de Jiba y del sector de la institución pastoral de Kpandroma por un período indefinido».
El obispo Uringi también ha decidido retirar a los sacerdotes que trabajaban en las dos iglesias. El canon 2011 del Código de Derecho Canónico establece que «los lugares sagrados son profanados si se cometen en ellos ultrajes graves que, a juicio del Ordinario del lugar, son tan graves y contrarios a la santidad del lugar que no es lícito dar culto en ellos hasta que se repare el ultraje mediante el rito penitencial, según los libros litúrgicos».
El obispo ha subrayado que la violencia comenzó después de que la Iglesia hiciera un llamamiento al diálogo y a deponer las armas. En respuesta, los milicianos de CODECO exigieron ver a los sacerdotes. Al no encontrarlos, atacaron a sus colaboradores, saquearon los locales y bloquearon las puertas de las dos iglesias.
Hace seis meses se había producido un incidente similar en una de las parroquias afectadas. Los milicianos habían maltratado y encarcelado a varios sacerdotes, exigiendo la liberación de los miembros de CODECO. Este acrónimo designa a una asociación de varias milicias de base étnica lendu. El acrónimo original de Cooperativa para el Desarrollo del Congo, bastante inusual para un grupo guerrillero, deriva del hecho de que en su fundación, en la década de 1970, CODECO era una cooperativa de desarrollo agrícola compuesta por agricultores lendu. Con el paso de los años, las disputas por la tierra con los pastores Hema provocaron que ambos grupos se armaran y CODECO se convirtió en el acrónimo de una asociación de diferentes milicias Lendu que luchaban contra los Hema. CODECO está acusada de varios crímenes contra la humanidad, entre ellos masacres en pueblos y campos de refugiados.
(L.M.) (Agencia Fides 25/9/2024)