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de Gianluca Frinchillucci
Mogadiscio (Agencia Fides) – Mogadiscio y toda Somalia siguen bajo estado de shock por el trágico ataque terrorista del pasado viernes 2 de agosto, cuando miembros de Al-Shabaab atacaron un hotel en la playa, provocando 40 muertos y 140 heridos. La población está traumatizada por esta masacre de personas inocentes que paseaban junto al mar en una de las zonas consideradas más seguras de la ciudad.
Según informó una fuente local, cientos de personas salieron a las calles el domingo 4 de agosto para pedir el fin del movimiento terrorista. El Estado somalí está reaccionando con dureza con detenciones e investigaciones para verificar cualquier complicidad detrás del terrible ataque. “Para llegar al hotel con un cinturón explosivo y armas, los terroristas de Al Shabaab pasaron numerosos puestos de control. El atacante se hizo estallar cerca del hotel Sea View. Ahora las autoridades de seguridad somalíes están examinando todos los elementos posibles para atacar las redes que permitieron a los terroristas entrar en una zona ‘segura’”, explica la fuente que permanece en el anonimato por razones de seguridad.
La playa de Mogadiscio es un lugar al que acude mucha gente de las clases más altas de la ciudad para pasar el día. Además, en el hotel afectado también se celebran encuentros internacionales. Se trata de una parte de la ciudad muy habitable, o al menos así era. “En los últimos 4 años se han registrado 3 ataques terroristas en la zona, pero el del viernes 2 de agosto fue el peor, tanto en términos de número de muertos y heridos, como de planificación. Parece que Al Shabaab quería enviar una fuerte señal de que puede atacar con fuerza en cualquier lugar, incluso en las zonas más protegidas, y que el terror todavía puede gobernar o al menos amenazar la vida normal y la recuperación de este atormentado país del Cuerno de África”.
“Al Shabaab está reclutando somalíes muy jóvenes, atraídos también por un salario aproximadamente diez veces superior al de un trabajador normal y, mediante la difusión y el comercio de drogas sintéticas, están transformando a la organización en una especie de narcoterroristas. Los métodos utilizados son a menudo similares a los de las organizaciones mafiosas: Al-Shabaab en las zonas agrícolas impone sobornos o parte de la cosecha, controla el agua y también extorsiona a numerosos comerciantes”.
“Se comportan como mafiosos, para ellos la vida no tiene valor. Muchas veces no tienen un plan estratégico para sus acciones, pero aplican extorsiones y mandan violentas señales para reafirmar que ellos mandan, que pueden corromper en múltiples niveles con dinero y que si no aceptas sus reglas pagas con tu vida, llevándose por el camino también a inocentes”.
“Conozco bien el hotel – añade la fuente -, vamos allí a menudo. Para nosotros es una zona segura y de ocio. El ataque hace que la vida en la ciudad sea aún más incierta. Después del COVID, muchas organizaciones humanitarias han abandonado el territorio y muchos jóvenes ya no estudian. La pobreza, la escasa asistencia y el uso cada vez más extendido de las drogas entre los jóvenes facilitan el reclutamiento de terroristas. Acciones tan graves se dirigen principalmente contra la población, porque así los terroristas siguen sembrando el terror. El hotel está a pocos minutos del centro, donde se pasan los fines de semana. Hay una playa para mujeres, una vida ‘normal’, todo lo normal y segura que pueda ser esta ciudad. Un terrorista se hizo estallar, los demás entraron con rifles de asalto y masacraron a quienes encontraron”.
Según se informa la Agencia Fides “la reacción de las fuerzas de seguridad evitó una masacre aún peor. Muchas personas viven en una situación económica delicada que ha empeorado con los años. La comunidad internacional no ha logrado hacer crecer la economía precisamente debido a la inestabilidad sobre el terreno. Al-Shabaab es una verdadera organización mafiosa y narcoterrorista que explota la pobreza y la fragilidad de la situación inundando también la zona con drogas sintéticas que atraen cada vez a más jóvenes”. Otra fuente autorizada habló de la fuerte reacción de la gente común y del Estado ante este último ataque grave: los rostros de los jóvenes asesinados circulan en las redes sociales somalíes y las escenas espantosas de la masacre en la playa están empujando a la población a rebelarse.
Mogadiscio ha crecido mucho en los últimos años. También hay una recuperación económica después de años de crisis y guerra, y la esperanza de nuestra fuente local es que de la sangre inocente de las muchas víctimas jóvenes pueda nacer una nueva gran respuesta contra los terroristas de Al Shabaab y que Somalia lidere cada vez más por el camino de la paz y el desarrollo.
(Agencia Fides 6/8/2024)
