VATICANO - “Jesús es el sol, nosotros somos la luna”. El Cardenal Tagle celebra el Año Nuevo Lunar con la comunidad de estudiantes católicos chinos en Roma

lunes, 12 febrero 2024 misión   evangelización   cardenal tagle   dicasterio para la evangelización  

Roma (Agencia Fides) - La Iglesia no brilla con luz propia. Sólo puede dar al mundo la luz de Cristo, reflejándola en su cuerpo opaco, como hace la luna con la luz del sol. Esta es la imagen-emblema, tomada de los Padres de la Iglesia, con la que el cardenal Tagle, Pro-Prefecto del Dicasterio para la Evangelización, ha vuelto a proponer cuál es la fuente y la naturaleza propia de la obra misionera encomendada por Cristo a su Iglesia.
La ocasión propicia para recordar lo que los Padres de la Iglesia denominaron el “Mysterium Lunae”, ha sido el Año Nuevo lunar, celebrado en los países y entre los pueblos en los que el tiempo se cuenta según el calendario lunar.
El sábado 10 de febrero, día del “Año Nuevo Lunar”, el Cardenal Tagle ha celebrado la liturgia eucarística durante la jornada festiva organizada en el Pontificio Colegio San Pablo por la Comunidad de Estudiantes Católicos Chinos de Roma.
La Misa celebrada por el Cardenal ha sido el momento culminante de la jornada, que ha concluido con un almuerzo de convivencia. A la fiesta han asistido decenas de sacerdotes, religiosas, seminaristas y diáconos chinos que estudian en las universidades romanas, junto con -entre otros- el arzobispo Fortunatus Nwachukwu, Secretario del Dicasterio para la Evangelización, y el padre Samuele Sangalli, Subsecretario del mismo Dicasterio misionero.
La luna -ha recordado el Cardenal en la parte final de su homilía, refiriéndose al “Año Nuevo Lunar”- ocupa «un lugar especial» en las reflexiones de los primeros Padres de la Iglesia. Y es algo que tiene que ver «con la misión de la Iglesia, con nuestra misión».
Algunos Padres -ha recordado el Cardenal- describían la misión de la Iglesia como un “ministerio lunar”, hablando del “Mysterium Lunae”. «El sol, la luz», ha explicado el Pro-Prefecto del Dicasterio para la Evangelización, «es Jesucristo, y la Iglesia, como la luna, debe depender de la luz que viene de Jesús».
Separada de Jesús -ha continuado el cardenal Tagle-, la luna no tiene luz propia. Y, sin embargo, la luna no guarda para sí la luz que recibe del sol, sino que la refracta hacia la tierra, la «comparte» con la tierra. «Mi esperanza», ha confesado el Cardenal al concluir su homilía, «es que cada año, con ocasión del Año Nuevo Lunar, los cristianos podamos renovar nuestro “ministerio lunar”: volvernos hacia Jesús, recibir la luz de Jesús y compartir la luz de Cristo, no nuestra luz, con el mundo. Jesús es “lumen Gentium”, luz de los gentiles. Nosotros somos la luna».
(GV) (Agencia Fides 12/2/2024)


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