Bangkok (Agencia Fides) - Desde el 13 hasta el 16 de noviembre, la Universidad Budista de Bangkok acoge el séptimo Coloquio cristiano-budista, que tiene como objetivo explorar las características y las relaciones profundas entre “Karuna” y “Ágape”. Estos conceptos reflejan las ideas budistas y cristianas de “compasión” y “amor gratuito”, respectivamente. El coloquio busca encontrar terrenos comunes entre el cristianismo y el budismo bajo el tema “Karuna y Ágape en diálogo para curar a la humanidad herida y a la tierra”.
Este evento es el resultado de la colaboración entre el Dicasterio para el Diálogo Interreligioso del Vaticano, la Conferencia Episcopal de Tailandia y la Universidad Budista Mahachulalongkornrajavidyalaya. Entre los participantes se encuentran líderes religiosos budistas y cristianos, así como teólogos y académicos de diversos países, como Camboya, Hong Kong, India, Japón, Malasia, Mongolia, Myanmar, Singapur, Sri Lanka, Corea del Sur, Tailandia, Taiwán y el Reino Unido.
En una declaración emitida en los últimos días por el Dicasterio para el Diálogo Interreligioso de la Santa Sede, se destaca que el objetivo es reafirmar “la amistad y la comprensión mutua construidas a través del diálogo con los interlocutores budistas de todo el mundo y, en particular, de Tailandia”.
La declaración señala que el Coloquio también tiene como propósito “identificar acciones comunes para curar las heridas de la humanidad y del planeta”.
Los participantes están explorando temas y cuestiones con el objetivo de promover el entendimiento mutuo. Además, están examinando y fortaleciendo campos y áreas de colaboración, buscando vías y caminos compartidos para contribuir a la sanación de la humanidad y de la Tierra. Este encuentro sirve como testimonio del compromiso continuo de los líderes religiosos de ambas comunidades confesionales para trabajar juntos, especialmente en Asia, con el fin de construir sociedades más armoniosas y compasivas.
“El diálogo promete ser una oportunidad para la cooperación y una visión compartida para el bienestar de nuestras comunidades”, señala Mons. Olivier Schmitthaeusler, Vicario Apostólico de Phnom Penh (Camboya), entre los presentes en el Coloquio.
El obispo relata el tono espiritual del diálogo y la discusión en la asamblea mixta: “El Señor creó el mundo y creó al ser humano. Dios vio que era bueno, dice el Génesis. La naturaleza y los seres humanos han sido encomendados a nuestra responsabilidad. Soñemos juntos con un mundo donde no haya ni ricos ni pobres, donde nadie sea excluido ni despreciado. Nuestra misión hoy, en Asia y en el mundo, es crear una gran familia que se ame, se escuche y se perdone. Partimos de la armonía, de la paz, de compartir con nuestro prójimo los valores espirituales sobre los que podemos construir sociedades justas y fraternas. Esta es nuestra misión como religiones en Camboya y en otras naciones de Asia. Seguiremos esforzándonos por dar un sentido de trascendencia a las nuevas generaciones. Recordemos que Jesús vino a darnos vida y vida en abundancia. En estos tiempos de incertidumbre y guerra, que afligen a la humanidad en diversas partes del mundo, oramos y encomendamos este camino a Nuestra Señora del Mekong, Reina de la Paz”.
En la sesión inaugural, tras los saludos de los representantes religiosos, ha tenido lugar una ceremonia de plantación de árboles, símbolo del compromiso de los participantes con el cuidado y la sanación. El venerable Phra Brahmapundit, líder budista y miembro del Consejo Supremo de la Sangha de Tailandia, ha señalado en su discurso que, dado que la humanidad y la Tierra están conectadas, “ambas sufren, heridas por la destrucción, el clima, la pobreza y la guerra”. En este contexto, ha señalado, “Karuna es más que necesario para aliviar el sufrimiento de la tierra”. Karuna, traducido como ‘compasión’, es en la concepción budista una de las cuatro ‘moradas divinas’ y se refiere a la conciencia del sufrimiento y la interconexión de todos los seres vivos. Cuando hay sufrimiento ajeno, “Karuna mueve los corazones de las personas para aliviar el sufrimiento de esos seres en apuros, sin discriminación alguna. Karuna es inseparable de Metta, traducido como 'bondad amorosa', que es amor incondicional”, ha precisado.
En la visión budista, ha explicado, si ‘Metta’, el amor, tiene como característica la promoción del bien de otros seres vivos, ‘Karuna’, la compasión, tiene como característica la eliminación del sufrimiento de otros seres vivos. A través de Karuna, ha asegurado, “se puede intentar curar a una humanidad herida y salvar al planeta Tierra de la contaminación provocada por el hombre”. Metta y Karuna -según se desprende del debate en la asamblea- forman juntas un par de virtudes que parecen encapsular el concepto cristiano de ‘Ágape’, que se refiere al amor incondicional que une y cura.
(PA) (Agencia Fides 15/11/2023)