ASIA/PAKISTÁN - Durante el mes del Ramadán, los iftar interreligiosos son ocasión de reunión y convivencia para los creyentes

Lahore (Agencia Fides) - Durante el mes del Ramadán, el mes sagrado del Islam que está en curso y terminará el 21 de abril, la práctica del iftar (la cena que rompe el ayuno diario de los musulmanes) es una ocasión para que musulmanes, cristianos, sijs y creyentes de otras confesiones se encuentren, compartan y entablen amistad. Según la información de la Agencia Fides, muchas instituciones católicas pakistaníes organizan e invitan durante el Ramadán a los fieles musulmanes al iftar, que se convierte así en una ocasión fructífera de conocimiento, diálogo, relaciones humanas y convivencia, al comer juntos.
En el Peace Centre de Lahore, el padre James Channan, sacerdote dominico y director del Centro, ha organizado un iftar al que han asistido más de cien creyentes musulmanes, entre ellos líderes religiosos, médicos y enfermeras, mujeres y niños, con la idea y el espíritu de promover y vivir el diálogo interreligioso al que se dedica el Peace Centre. Durante la cena, no han faltado los mensajes recíprocos de aprecio, respeto, estima y voluntad de construir la fraternidad, expresados por creyentes musulmanes y cristianos.
Una iniciativa similar se ha llevado a cabo en Karachi, en el prestigioso Instituto Superior de San Patricio, donde, en un ambiente cordial, el arzobispo Benny Mario Travas y el cardenal Joseph Coutts, junto con estudiantes y personas de confesión cristiana y musulmana, se han reunido con el rector, el padre Mario Rodrigues. El arzobispo Travas ha subrayado que "compartir una comida, rezar juntos y, sobre todo, amar a Dios, amarse los unos a los otros, es un testimonio muy importante para la sociedad pakistaní. Estamos llamados a cuidar de los pobres y los necesitados, y a difundir la gran noticia del amor fraternal y el cuidado mutuo".
Entre otras iniciativas, un grupo especial femenino compuesto por mujeres de distintas confesiones sigue ofreciendo y organizando iftars interconfesionales por todo el país, y también ha encontrado espacio en los medios de comunicación como ejemplo y forma de promoción, avance social, emancipación y desarrollo de la mujer en Pakistán.
Los fieles sijs también participan de este espíritu: en Lahore, Sardar Darshan Singh, un comerciante de la comunidad sij, organiza iftar todas las noches en el mercado Liberty de la ciudad, afirmando que "comer juntos simboliza el servicio, el amor y la unidad", en un gesto que, señala, "pretende expresar buena voluntad y el deseo de promover la armonía interreligiosa".
Cabe señalar que en Pakistán, el mes de Ramadán, en 2023, cae en una situación de crisis económica: debido a la elevada tasa de inflación actual (aumentó un 35% sólo en el último mes) y a la consiguiente subida de los precios de los alimentos, cientos de personas se encuentran en dificultades o en la indigencia y recurren a las organizaciones caritativas para el iftar. La crisis económica ha perturbado la serenidad y ha puesto de rodillas a millones de familias que luchan por comprar dátiles, arroz y la carne que necesitan para romper el ayuno diario. Según los observadores, Pakistán, con una población de más de 230 millones de habitantes, se enfrenta a una de las depresiones económicas más graves de su historia. En el origen del problema, las graves inundaciones del pasado otoño devastaron gran parte de los cultivos agrícolas del país, arruinando las cosechas de grano y dañando enormes extensiones de tierras de labranza.
La dificultad de obtener productos de primera necesidad alimenta la cólera de la población y se temen disturbios y protestas. En este contexto, la presencia de comunidades católicas y de otras religiones, que organizan, financian y ofrecen el iftar a los creyentes musulmanes, especialmente a los más pobres, es un gesto muy apreciado por los líderes religiosos, las autoridades civiles y la gente común.
(PA (Agencia Fides 18/4/2023)

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