ASIA/INDIA - Servicio pastoral con los presos: la dignidad humana es la clave de toda posible reforma del sistema penitenciario

martes, 15 noviembre 2022 presos   servicios sociales  

Goa (Agencia Fides) - Su servicio pastoral se desarrolla principalmente dentro de las cárceles. Allí pueden conocer, escuchar, comprender, ayudar a los presos y acompañarlos en un camino que va desde la liberación hasta la plena rehabilitación humana, con la integración en el tejido social. La ayuda que prestan pasa por el apoyo jurídico y financiero hasta el moral, humano y espiritual. Se trata de los voluntarios (sacerdotes, religiosas, laicos) que participan en la organización católica "Prison Ministry India", que desde hoy y hasta el 18 de noviembre están reunidos en Goa para celebrar la 13ª convención nacional, con la presencia de más de 460 delegados de toda la India.
El congreso de la asociación analizará un punto fundamental que afecta a la vida de la nación: el análisis y la discusión de la reforma del sistema penitenciario en la India, un tema que se ha puesto de nuevo en auge porque vuelve a estar en la agenda política del ejecutivo. De hecho, el pasado mes de septiembre, el ministro del Interior indio, Amit Shah Sunday, pidió a todos los estados de la Federación india que modernizaran sus prisiones y afirmó que “pronto habrá una nueva ley para la reforma del sistema penitenciario”. El ministro dijo que es necesario revisar el propósito y la idea que hay detrás del sistema penitenciario, proponiendo una “visión rehabilitadora” y no sólo punitiva. Señalando que “el sistema penitenciario es un componente importante de la seguridad interna de la nación”, dijo que “las prisiones deben ser modernas y tecnológicamente avanzadas, con estrictas medidas de seguridad; es necesario introducir mejores instalaciones residenciales y sanitarias, bibliotecas y programas de formación para los reclusos para ayudarles a reincorporarse a la sociedad, con iniciativas para promover el desarrollo mental”. El gobierno indio, señaló Amit Shah, pretende centrarse en “los derechos humanos, la rehabilitación de los presos, los derechos de las mujeres presas, el derecho a la educación para todos, incluidos los condenados a muerte”.
En este marco, el servicio pastoral de la Iglesia católica india para con los presos puede aportar su contribución, dice “Prison Ministry India”, proponiendo su “teoría y práctica en tres pasos: Liberación – Renovación - Rehabilitación”, como explica a la Agencia Fides el padre Francis Kodiyan, de la Congregación Misionera del Santísimo Sacramento, que en 1981, siendo seminarista, comenzó el servicio pastoral a los presos con el padre Varghese Karippery, su compañero en el seminario. “Partimos de una experiencia espiritual, es decir, de pasar media hora cada día ante el Santísimo Sacramento, rezando por los presos”. Así nació, en 1982, un grupo de oración que, en los años siguientes, comenzó a visitar las cárceles de Kerala, donde se encuentra el seminario. El grupo fue rebautizado como “Prison Ministry India” en 1995 y se caracteriza por el carisma de ayudar a los presos, empezando por su liberación y alojándolos en un centro residencial, ofreciéndoles cursos de formación profesional, hasta su reinserción gradual en la sociedad.
“Una vez que se dicta una sentencia penal contra una persona - explica el sacerdote - el asunto queda cerrado para la magistratura, para la comunidad civil. Se crea un estigma sobre esa persona. Pero no podemos olvidar y abandonar a estas personas, a las que Dios ama y que tienen una profunda dignidad, a pesar de sus errores. Los voluntarios de ‘Prison Ministry India’ son llamados soñadores, porque intentan dar testimonio de que el valor de una persona humana no se mide por la utilidad o los talentos, por la salud o la enfermedad, la edad, el credo o el mal cometido”.
Continúa explicando el sacerdote: “Ayudamos a los presos a recoger los fragmentos de su vida rota porque es sagrada como un regalo de Dios. En nuestro ministerio buscamos fomentar la reconciliación del ofensor con la persona a la que ha ofendido, y la reparación del mal cometido. Dios odia el pecado pero ama y perdona al pecador. En la cárcel, queremos regenerar la esperanza en las personas sin esperanza, permitiendo, si Dios quiere, el encuentro de la persona con el Creador que la creó a su imagen”.
Los voluntarios de ‘Prison Ministry India’ hacen de la cárcel “un lugar donde los hombres y las mujeres rezan”. “Que el preso sepa que no está solo, sin amigos: somos sus amigos y le queremos, y Cristo le ama hasta el fondo, tal como es. Esto puede llevar al renacimiento interior, al arrepentimiento y a la redención. Para lograr este fin buscamos la cooperación de todos, para hacer digno a quien la sociedad ha juzgado inútil o dañino”.
“Si se crean condiciones favorables, cualquier preso puede alcanzar un nivel de vida normal. Un preso tiene un deseo ardiente de llevar una vida mejor en la sociedad. Pero la sociedad no está preparada para aceptarlo, ni el preso está preparado para afrontar los retos de la sociedad. Es necesario acompañar a la persona en un camino de renovación y rehabilitación, como hacemos en nuestros centros durante un periodo de transición, para ayudarla a integrarse de nuevo en el tejido social”.
Esta visión y enfoque -que a lo largo de los años, señala el padre Francis Kodiyan, ha dado muchos frutos- se profundizará, declinará y articulará en propuestas concretas en la conferencia Prisn Ministry India. Esta reflexión será la base de una propuesta que se compartirá con las instituciones civiles y el gobierno indio. El sacerdote aporta ejemplos concretos sobre puntos de posibles reformas: en las cárceles indias hay cientos de reclusos que han cumplido sus condenas o han obtenido la libertad bajo fianza, pero que no pueden pagar los costes legales del cierre de los procedimientos para volver a casa. Así que permanecen en las cárceles durante meses e incluso años. También recuerda los datos de la Oficina Nacional de Registros de Crímenes: a finales de 2021, había un total de 5,5 millones de personas en las cárceles de toda la India, frente a una capacidad de 4,22 millones de plazas disponibles en las instituciones penales, con una sobrepoblación del 130%. El hacinamiento agrava los problemas de la población penitenciaria.
(PA) (Agencia Fides 15/11/2022)


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