Bucarest (Agencia Fides) - El mes de agosto que acaba de terminar, ha contado con tres propuestas de formación misionera para niños y adolescentes realizadas por la dirección de las Obras Misionales Pontificias (OMP) en Rumanía.
La primera tuvo lugar en la parroquia "Santísima Trinidad" del municipio de Cetatea de Baltă. El Campus, al que asistieron cerca de 200 niños de la localidad y de las aldeas de Târnava Mică, tenía como objetivo ofrecer a los jóvenes de la comunidad una oportunidad para una semana de formación cristiana y la posibilidad de conocer el carisma de la Infancia Misionera. Los participantes, procedentes de diferentes grupos étnicos (rumanos, gitanos y húngaros) y pertenecientes a distintas confesiones religiosas (greco-católica, romano-católica, ortodoxa y reformada-calvinista), tuvieron la oportunidad de adquirir un espíritu de unidad, rezar juntos, jugar y hacer amigos. El momento de unidad más significativo del día fue la celebración de la Santa Misa en rito latino y bizantino: todos los presentes rezaron y cantaron al unísono.
La semana siguiente, ochenta niños y jóvenes continuaron su formación en la Casa "San José" de Odorheiu Secuiesc, una ciudad en el centro de Transilvania. Allí, las hermanas del rito greco-católico de la congregación del "Corazón Inmaculado" acogieron a más de 170 niños, huérfanos o de familias desfavorecidas, durante las vacaciones, dándoles comida, alojamiento y ocupándose de su educación. El tema del encuentro giró en torno al mensaje del Santo Padre para el mes misionero, "Seréis mis testigos" (Hechos 1,8), lo que dio a los niños y jóvenes misioneros de todas las partes de Rumanía la oportunidad de prepararse de la mejor manera posible para las actividades que se llevarán a cabo en octubre, compartiendo sus experiencias misioneras con sus compañeros de las parroquias de las que proceden y rezando juntos por las misiones de la Iglesia Universal. Además de las sesiones de formación misionera y del intercambio fraternal, los niños tuvieron la oportunidad de crear piezas musicales inspiradas en el tema del mes misionero, tocando diferentes instrumentos musicales y formando una orquesta para animar las misas. El tercer y último evento tuvo lugar en la República de Moldavia, en Stăuceni, una pequeña parroquia de la diócesis de Chișinău. El padre Daniel Medveș, director diocesano de las OMP y párroco de la comunidad, que trabaja en la República de Moldavia desde hace 20 años, consiguió implicar a unos 40 niños y jóvenes, la mayoría ortodoxos, algunos protestantes y otros católicos.
“Ha sido maravilloso redescubrir mutuamente las raíces lingüísticas de la lengua materna rumana y la fe cristiana – comentan las OMP de Rumanía- se podría decir que ha sido una experiencia similar a la de las primeras comunidades cristianas, cuando los discípulos predicaban el evangelio de Jesucristo”.
Para destacar el carisma de la Infancia Misionera, los animadores dividieron a los participantes en dos grupos, denominados "Oración" y "Caridad". Cada grupo creó un lema y una bandera personalizada con dibujos y mensajes de los niños, que se mostraron muy contentos de aprender la terminología misionera y de profundizar en el carisma de la Infancia Misionera.
Al finalizar las semanas de formación todos se unieron a la Infancia Misionera en un ambiente de oración y alegría.
(EG/MA) (Agencia Fides 3/9/2022)