AMERICA/PERU - “La Iglesia concibe la función pública como una gran oportunidad de servir con desinterés a los demás y resolver los problemas que aquejan a la sociedad”: reflexiones del Cardenal Cipriani ante las próximas elecciones generales

miércoles, 25 enero 2006

Lima (Agencia Fides) - Ante las próximas elecciones generales que se celebrarán el 9 de abril en Perú, Su Eminencia el Cardenal Juan Luis Cipriani Thorne, Arzobispo de Lima y Primado del Perú ha publicado un documento “Reflexiones ante el proceso electoral a la luz de la Doctrina Social de la Iglesia”. En estas reflexiones, el Cardenal Cipriani trata de “resaltar algunos de los principales desafíos que tenemos frente a un proceso electoral”. Ya en el prólogo, el Cardenal, aclara que “todo pronunciamiento pontificio o episcopal de la doctrina social, no es para la Iglesia un privilegio, sino un derecho a evangelizar en el ámbito social”. Y hace un fuerte llamamiento a los fieles laicos para que asuman sus responsabilidades en este sentido, sabiendo armonizar “la fidelidad total al Magisterio y la justa pluralidad en la manera concreta de expresarlo”. Al tiempo define como “prioridad pastoral” la difusión de la doctrina social de la Iglesia “en tiempos en que, por ignorancia, se sustentan planteamientos proponiendo doctrinas contrarias a las enseñanzas de la iglesia”. Apremia en concreto a “analizar bien las propuestas de acción relacionadas al matrimonio, a la familia y a la educación”. “La Iglesia - afirma - cuestiona y rechaza estas leyes porque afectan la misma dignidad de la persona y de la familia, dañando principalmente a los hijos”.
En la primera parte, la reflexión sale en defensa de “la dignidad de la persona humana”, gravemente deteriorada cuando se reduce “al solo bienestar material”. La clave para atajar esta tendencia al materialismo es una: educar en los valores. Y ahí el papel fundamental lo tiene la familia y, en concreto, el ejemplo de los padres. La segunda parte aborda la cuestión: “Misión subsidiaria del Estado”, como ruta clara para el desarrollo. El Estado debe comenzar dando ejemplo con un régimen de austeridad, repartiendo sus recursos según un criterio de equidad. “Misión principal del Estado” será sobre todo “mantener en orden al país, en condiciones tales que se desarrolle el clima de paz y confianza que haga brotar el deseo de emprender y de invertir en la proporción adecuada”. Y misión de los cristianos asumir libremente el liderazgo en la tarea de desarrollo del país, “pensando en sus hermanos los hombres y en el bien común de toda la sociedad”.
En la tercera y última parte, el Arzobispo de Lima recuerda como “la Iglesia enseña que la justicia es una de las virtudes fundamentales para hacer posible un recto desarrollo social”, evitando además “un trato preferencial en las políticas económicas, mediante el abuso de las ‘amistades políticas’, no solamente por la inequidad empresarial que ello significa, sino por el germen de corrupción y desconfianza que aporta a la sociedad”. El desarrollo del país, continúa el Cardenal, pasa por una voluntad de trabajo del pueblo peruano, sin olvidar que “el sentido cristiano de la vida nos lleva a asumir personalmente la tarea de santificar todas las cosas que hacemos”. Una conclusión importante que Mons. Cipriani considera de estricta justicia es que “los peruanos conozcamos los planes de gobierno, de los candidatos o grupos políticos, debidamente sustentados en sus objetivos y planes de financiación... Sólo así podemos ejercer el derecho al voto de manera libre y responsable”. El Cardenal Cipriani concluye sus reflexiones afirmando que “la Doctrina social de la Iglesia concibe la función pública como una gran oportunidad de servir con desinterés a los demás y de procurar resolver los muchos y graves problemas que aquejan a la sociedad”. (RG) (Agencia Fides 25/1/2006 Líneas: 42 Palabras: 613)


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