Santiago (Agencia Fides) - La visita del Papa Francisco a Chile es la primera eco-socio-económicamente sostenible. Los organizadores han puesto en marcha una estrategia concreta al respecto. Animados por la petición del Santo Padre en la Laudato Si de “limitar al máximo el uso de los recursos no renovables, moderar el consumo, maximizar la eficiencia del uso de los recursos, reutilizar y riciclar” cuanto sea posible, han introducido cinco medidas para la sostenibilidad ambiental, otras cinco para la económica y otras tantas para la social, con el objetivo de “hacer un uso prudente de los recursos naturales y evitar la contaminación en las zonas donde se realizaran los eventos de masa”, como explica la Comisión organizadora presentando la visita. Entre las “buenas prácticas” individuadas está la medida de la “huella de carbono”, que se reducirá y será compensada económicamente, según la legislación vigente, con análogas para la reducción de residuos generados, reciclados y reutilizados siempre que sea posible; y una campaña para cuidar del medio ambiente, con mensajes para recordar el uso racional de recursos como el agua, esencial para las zonas áridas del norte, en el verano austral.
Además, como material subsidiario para la formación de voluntarios y la preparación adecuada de los peregrinos, el Movimiento Católicos Mundial por el Clima (una red de casi 200 organizaciones eclesiales de los 5 continentes, diócesis, congregaciones, Ong e instituciones educativas) ha preparado dos guías ágiles para “el cuidado de la naturaleza”, donde se recomienda, entre otras cosas, utilizar las numerosas torres de recarga solares para los teléfonos móviles y probar alimentos vegetarianos, ya que la producción de carne causa más del 14% de las emisiones de gases efecto invernadero en todo el mundo.
Por parte de las autoridades estatales, desde el punto de vista ambiental, se recomienda a los peregrinos llevar agua con ellos en botellas reutilizables (no de plástico), evitar el uso de bolsas de plástico, incluso en el caso de compras, y el reemplazarlas con una mochila, mantener la basura hasta que se encuentre un contenedor de basura y separarla para su reciclaje (“hasta el 80% de los residuos es reciclable”, se hace notar). Los presentes están invitados a preferir el transporte público, también para una mayor eficiencia en los desplazamientos hacia los lugares de las ceremonias.
La transparencia económica en el financiamiento y los gastos de la visita es monitoreada constantemente, de acuerdo con la ley chilena de acceso a la información pública, y la información se proporcionará en la página web de la organización www.franciscoenchile.cl. La visita también es universalmente inclusiva, promoviendo la participación, - y la posibilidad real de acceso -, de los peregrinos y voluntarios discapacitados o pertenecientes a cualquier minoría, como indígenas e inmigrantes. (SM) (Agencia Fides 16/1/2018)