EUROPA/SUIZA - Octubre, mes de la Eucaristía y de la Misión: "Dejémonos tocar por la gracia de este sacramento de comunión" es la invitación de los Obispos suizos en su mensaje

jueves, 29 septiembre 2005

Friburgo (Agencia Fides) - "Todos los años, durante el mes de octubre, se nos invita a rezar, reflexionar y actuar sobre el tema de la Misión universal de la Iglesia", subraya el responsable de Misiones de la Conferencia a Episcopal Suiza (CES) y Abad de St. Maurice, Joseph Roduit, en su mensaje titulado "Octubre, mes eucarístico y misionero". En nombre de los Obispos suizos, el Abad releva que, sobre todo durante el mes de octubre, el acento de todas las actividades pastorales se debería poner en este tema.
Mons. Roduit subraya en particular la necesidad de la Nueva Evangelización en los países occidentales: "Nuestro mundo occidental industrializado necesita descubrir la esperanza. Tiene que encontrar nuevas razones para creer y para esperar. Nuestros niños necesitan descubrir que tienen hermanos y hermanas en el mundo que esperan signos de su amor. Nuestros adolescentes y nuestros jóvenes necesitan descubrir proyectos que los alejen de su aburrimiento y de sus comodidades, de los placeres fútiles. También los adultos deben plasmarse según un ideal más elevado con respecto al bienestar personal."
En la segunda parte del mensaje, el responsable de las Misiones recuerda el Año de la Eucaristía, proclamado por el Papa Juan Pablo II en octubre del 2004 a octubre de 2005. "Es importante finalizar del mejor modo posible este año" exhorta el Obispo recordando la Carta apostólica "Mane Nobiscum Domine” (28), en la que el Papa escribe: "¿Por qué, pues, no hacer de este Año de la Eucaristía un tiempo en que las comunidades diocesanas y parroquiales se comprometan especialmente a afrontar con generosidad fraterna alguna de las múltiples pobrezas de nuestro mundo? Pienso en el drama del hambre que atormenta a cientos de millones de seres humanos, en las enfermedades que flagelan a los Países en desarrollo, en la soledad de los ancianos, la desazón de los parados, el trasiego de los emigrantes. Se trata de males que, si bien en diversa medida, afectan también a las regiones más opulentas. No podemos hacernos ilusiones: por el amor mutuo y, en particular, por la atención a los necesitados se nos reconocerá como verdaderos discípulos de Cristo. En base a este criterio se comprobará la autenticidad de nuestras celebraciones eucarísticas".
En la conclusión de su mensaje Mons. Roduit invita a todos los fieles suizos: "En este Año de la eucaristía, dejémonos tocar por la gracia de este sacramento de comunión en la que Jesús mismo se dona como ejemplo a seguir" haciendo también referencia a la colecta de la próxima Jornada Misionera Mundial. (MS) (Agencia Fides 29/9/2005 - Líneas: 33 Palabras: 453)


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