Lima (Agencia Fides) – Las mujeres y niñas indígenas no solo padecen las violaciones a los derechos humanos que suelen darse contra la población originaria en general, sino que además padecen de otras vejaciones y atrocidades. Así lo sostiene el informe anual de la relatora especial de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas, Victoria Tauli-Corpuz, presentado recientemente ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, que actualmente está siendo difundido por las comisiones nacionales de derechos humanos en los países los latinoamericanos.
Un aspecto dramático que presenta dicho informe, a partir de la información que recoge, es que una de cada tres mujeres indígenas ha sido violada. En algunos casos los responsables son funcionarios estatales o autoridades militares que buscaron "socavar la determinación de las comunidades indígenas en las disputas militarizadas sobre tierras y recursos”.
En otros, esto se da debido a que las mujeres y las niñas indígenas que desempeñan trabajos domésticos en casas particulares se encuentran expuestas a ser abusadas por sus empleadores.
El estudio también examina los asesinatos y crímenes ocurridos contra las mujeres indígenas “como resultado de su marginación y opresión social, cultural, económica y política, que conduce a la violencia”. Las luchas de las comunidades indígenas para reclamar su derecho a la libre determinación y los derechos de las mujeres en general, son consideradas a menudo como algo externo a la lucha indígena y vinculadas a “valores externos” o “valores occidentales” que dan prioridad a los derechos individuales sobre los derechos comunes. (CE) (Agencia Fides, 30/10/2015)